Quizá estar vivo sea esto. Perseguir instantes que mueren.
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Quizá estar vivo sea esto. Perseguir instantes que mueren.
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La contemplación de la eternidad en el movimiento mismo de la vida.
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Nunca vemos más allá de nuestras certezas y, lo que es más grave todavía, hemos renunciado a conocer a la gente, nos limitamos a conocernos a nosotros mismos sin reconocernos en un espejo |
Ya sólo me queda una opción hacerme la muerta
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Cuando estoy angustiada, me recluyo en el refugio. No hace falta viajar; me basta ir a las esferas de mi memoria literarias. Pues que distracción hay más noble, que compañía más distraída, que contemplación más deliciosa que la de la literatura?
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Las cosas hermosas debería ser de la gente hermosa.
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La facultad que tenemos de manipularnos a nosotros mismos para que no se tambaleen lo más mínimo los cimientos de nuestras creencias es un fenómeno fascinante.
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A ella no se le habría ocurrido espontáneamente que alguien pudiera tener necesidad de silencio. Que el silencio sirva para ir al interior de uno mismo, que sea necesario para aquellos a los que no nos interesa únicamente la vida exterior.
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Las catedrales siempre han despertado en mi ese sentimiento próximo al síncope que se experimenta ante la manifestación de lo que los hombres pueden construir para rendir homenaje a algo que no existe
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Privando al sujeto de las guías seguras que toda buena formación proporciona, le hace no obstante ofrenda de una libertad y una síntesis de pensamiento allí donde los discursos oficiales imponen barreras y proscriben la aventura.
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¿Cuál de los siguientes libros fue escrito por Gustave Flaubert?