El silencio de las olas

La alcanzaron varias lágrimas que volaban fugaces para tocar un pétalo, al menos uno de tan hermosa flor.Cápsulas de vida, de un instante que tenía por destino la muerte.

La oscuridad de la guerra había llegado a convertir a los muertos en envidiados sin sepultura y a los vivos en desagradecidos almas en pena

clima que tanto bien hacía para poner comida en la mesa y tantas molestias ocasionaba para salir a la faena

Ese había sido el logro de la Guerra dar poder a la sinrazón para erradicar más razones que no fueran la suya, la primera, la última, la única

Aprende a amar tu destino, María. Disfruta de lo que tienes y sueña con lo que quieres alcanzar. Eso nadie, ni en tiempos de paz ni de guerra, nunca, te lo podrá quitar.

El secreto es la respuesta a todo lo que fue, a todo lo que es y a todo lo que será.