Una novela breve que se inicia con una escena de una violencia brutal que nos presenta un mundo en el que todos los adultos han muerto y solo quedan los niños. Pero es mucho más que una distopía. En este libro escuchamos distintas voces de niños que nos muestran desde esa mirada inocente lo que es el abandono, el desamparo y la violencia a la que son sometidos muchos niños, al mismo tiempo que como adultos nos hace pensar sobre qué es realmente ser adulto y que responsabilidad tenemos de formar parte y estar construyendo esta sociedad. Es una historia con muchas capas sobre la que pensar y que seguro que da para más de una relectura. |