Recuerdos de Jane Austen

Estamos ante la que fue considerada como la primera biografía sobre Jane Austen, escrita por su sobrino James Edward Austen- Leigh, hijo de su hermano mayor, James.
No se trata de una biografía rigurosa y científica, sino como su propio título anticipa, son los recuerdos sobre su tía Jane, unos recuerdos que como el mismo recalca, la mayoría no son propios, ya que los escribe cuando ya es un anciano valiéndose de los recuerdos de sus hermanas (Caroline y Anne Austen), o de sus primas, que parecen ser algo más vívidos que los suyos. James Edward era muy joven cuando Jane fallece y es lógico que para él fuese difícil recordar momentos sobre la vida de su tía, además, deja claro en todo momento que apenas cuenta con material para escribir esta biografía. de ahí, que quizás, para mi gusto, se extienda demasiado en describir como eran las costumbres y los hábitos sociales y no tanto en lo que más nos importa, la vida de Jane Austen.
Aun así, es un libro delicioso para los que amamos la figura de Jane Austen. Repasa su infancia y la de sus hermanos más desconocidos, pero sobre todo, y como es lógico, se centra en la relación que Jane tenía con su única hermana Cassandra, ya que los hermanos varones se habían ido de casa pero ellas siempre vivieron juntas. Era tanto el apego entre ambas, que cuando una de ellas se iba unos días, se escribían correspondencia acerca de cómo había ido el viaje, o sobre cómo estaba su salud; esta biografía se acompaña de muchas de estas cartas que mantenían para contarse sus asuntos más personales. También aparecen las cartas que su tía Jane le escribió al propio autor de esta biografía.
Sobre la vida amorosa de Jane, dice no conocer ninguna historia de amor, sólo que en su juventud rechazó a algún que otro caballero de buena reputación por no estar enamorada. Sobre el posible romance de Jane con Tom Lefroy, apenas lo menciona como un amigo de su tía.
En palabras de su sobrino, las historias de amor que escribe su tía, no se basan en ninguna experiencia personal, ya que considera que no hay similitud entre ella y sus heroínas.
Estos recuerdos muestran la sencillez y humildad de carácter de la escritora, su enorme bondad, y reivindica el reconocimiento que su tía no tuvo en vida, ya que algunos contemporáneos llegaron a calificar sus novelas de insulsas y banales; es triste que no viviese para ver el éxito que consiguió, tal como afirma su sobrino.

Si te gusta mi querida, queridísima Jane y conoces un poco su vida seguro que has leído sobre su hermano mayor (y reverendo) James Austen y la esposa de este (Mary Lloyd). James Edward Austen-Leigh, hijo de James, nació en 1798, también fue párroco y en 1870 (54 años después de la muerte de una tía a la que tampoco conocía tan bien) decidió ¿rememorar? ¿sacar provecho? a esa Jane que tan conocida y desconocida a la vez nos resulta. Tiene el valor de ser la primera biografía de la autora (y la que casi todo el mundo usa como base para intentar reconstruir a esta mujer tan misteriosa) y una defensa de obras que hoy nos roban el corazón, pero no siempre han resultado tan aplaudidas (incluso entre ciertos miembros de su familia).
Es cierto que muchas de las historias que nos cuenta son de segunda (o tercera) mano, pero qué más da.
Muy probablemente algunas vivencias están edulcoradas y de otras nunca sabremos nada dada la labor de Cassandra, pero qué más da. Os prometo cartas deliciosas, os prometo a Jane preocupada por sus retoños (sus libros), os prometo a Jane preocupada por su familia, os prometo a Jane Austen.