Antón Chéjov nos presenta a Nikolái Stepánovich, un profesor de universidad (quien ya no es joven) que ha sido condecorado en su país debido a su trabajo como científico. A partir de aquí es el propio Nikolái el que nos narra la novela en primera persona. El profesor, a quien le quedan unos meses de vida, va recordando hechos que han acontecido a lo largo de su vida, pero sobre todo expresa sus sentimientos y divaga, opina, critica sobre un montón de temas que son actuales en el tiempo en que está escrita la novela (1889). La verdad es que sus críticas son dignas de ser leídas, son muy afiladas. En general, nada de lo que ha hecho ni hace le satisface ya, todo le parece una pérdida de tiempo y siente que nada ha merecido la pena: no soporta dar clases, le molesta que vayan colegas suyos a su casa para charlar, detesta a su familia. La única excepción es Katia, una mujer que acogieron en su casa cuando era niña y se quedó huérfana, con quien sí disfruta. No voy a descubrir a nadie lo bien que escribía Chéjov, por lo que la lectura de esta novela me ha sido muy grata; leer las opiniones de Nikolái Stepánovich ha sido un gran entretenimiento. Es un libro corto, con un argumento sencillo y que se lee muy rápido. En mi caso, no me ha parecido que la historia fuera aburrida, por lo que recomiendo esta novela. + Leer más |
Antón Pávlovich Chéjov, el genio ruso del teatro, los cuentos y la novela, llega a nuestras pantallas a través de la conversación con el director de teatro mexicano Diego del Río sobre sus grandes influencias literarias y libros favoritos. Naian González Norvid nos deleita con una interpretación de Nina y a nosotros solo nos queda disfrutar.
Libros leídos
“El hombre en busca del sentido” de Viktor E. Frankl.
“La gaviota” de Antón Chéjov.
“Poeta en Nueva York” de Federico García Lorca.
“Las lunas de Júpiter” de Alice Munro.