Soy aire, soy brisa, soy un soplo, soy el eco, soy una maldición —canturreó—. Y siempre estaré donde sueñan las libélulas.
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Soy aire, soy brisa, soy un soplo, soy el eco, soy una maldición —canturreó—. Y siempre estaré donde sueñan las libélulas.
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¿Con qué frase empieza esta novela?