Los que ven

El terror, como género, está tan explotado que resulta difícil encontrar algo que realmente te produzca una cierta sensación de inquietud. En este libro, Daniel Andueza explora un tipo de terror ancestral, ese que está escondido bajo la invisibilidad de lo imposible y solo unos pocos privilegiados (o condenados) son capaces de percibir.
"Los que ven" está compuesto por tres relatos largos (o novelas cortas, como prefieras verlas) cuyo hilo en común es el dicho antes: los protagonistas son capaces de percibir horrores que conviven a diario con nosotros, que nos llaman, que se alimentan de la gente, que acechan tras la cortina.
De las tres historias, una (la última) me ha resultado intragable por construcción (a saber, demasiados frentes abiertos y personajes y un tipo de narración que no es la más adecuada para un entorno como tal. Mucho hubiera cambiado si se hubiera prescindido de la narración en presente y orientado más al lector con los frecuentes saltos de personaje).
La primera historia es más llevadera, aunque tampoco me ha terminado de convencer por estilo, excesivamente onírico, algo que va bien porque nunca estás del todo seguro de si el protagonista está en realidad como un cencerro o si de verdad sabe lo que sabe, pero que a mí me saca de la lectura. Sobre todo, me rechinaban las excesivas preguntas retóricas que se hacía a sí mismo, una técnica muy de otra época pero que ahora suena a naftalina. Muy... Poe.
¿Y por qué me dejo el segundo para el final? Porque me ha parecido una pasada. Acertado en todo, con una historia muy adictiva y un enigma que te mantiene alerta y tenso durante sus casi 40 páginas.
De no ser por esa historia, "ladrones de auras", el libro no valdría la pena.
Se ha perdido una gran oportunidad de que un editor le diga al autor "coge esto, desarrolla un poco más los personajes y la trama, que tenemos un novelón cojonudo al estilo del mejor King". Y lo otro, fuera.
Pero bueno, son gustos personales.
Es Daniel Andueza un autor al que habría que seguir el rastro en el futuro.