VIERNES: EL GRAN COLAPSO DE LOS HELADOS

"Viernes: El gran colapso de los helados" es la quinta entrega de la serie infantil, "Caos Total". Es para niños a partir de ocho años y está escrita por Ralph Lazar e ilustrada por Lisa Swerling. La colección de "Caos Total" es muy divertida, tanto en lo referente a las aventuras de Dash y sus amigos, como en las ilustraciones.

Es una colección en la cual se han cuidado muchos detalles, ya que todas sus páginas están ilustradas, incluso las del copyright o las del inicio de los capítulos, en las que encontraremos diferentes hormigas "escondidas". Además, antes de comenzar la historia, los niños encontrarán también una pequeña introducción, en este caso enseñándoles el "Molestómetro" que Dash incrustará en las páginas y por el cual se podrán guiar a lo largo de la historia. Es una manera divertida de ver el nivel de "molestia" de Dash por las diferentes situaciones por las que va a pasar y también hacer un enfoque personal de si a ellos los molestaría al mismo nivel, más o menos.

Posteriormente, se incluyen un par de páginas de presentación de los personajes, con su ilustración y su nombre. En ella, los niños conocerán a los nuevos integrantes de esta aventura pero también a los que ya han conocido en las anteriores y les servirá para refrescar la memoria.

Las anteriores entregas son: "Lunes: en la cueva de los ladrones", "Martes: la maldición de los granos azules", "Miércoles: El bosque de los secretos" y "Jueves: La guerra de los toboganes". Cada día de la semana, Dash tendrá que hacer frente a una nueva situación de caos total en el colegio, aunque primero, antes del desayuno, también ha tenido que hacer frente a los Malvados.

Las ilustraciones por parte de Lisa Swerling son muy divertidas y con un toque infantil muy característico. Algunas parecen dibujadas por niños, por lo que con ellas se pueden sentir identificados e incluso dar rienda suelta a su imaginación creando e ilustrando nuevos artefactos como los que usa Dash, como el "Camaralentizador" o el "docetostador". Es una manera de que vean que no hay límites en la imaginación y de que en los libros todo es posible.

Ralph Lazar ha adaptado la historia para los niños de edad en que está pensada, de esa manera, se pueden adentrar solos en la lectura. Además, tiene una manera de narrar muy dinámica y con un toque de humor muy original y sano, por lo que los niños irán avanzando página tras página sin darse cuenta.

El tipo de letra elegido es de color negro y de tamaño grande, con la peculiaridad de que ciertas palabras están en negrita o en un tamaño más grande para darle mayor énfasis e importancia a esa parte. Otras palabras, salen subrayadas, y eso indica a los niños que pueden consultar el "Almanaque" al final del libro para ampliar información sobre ello. En algunos casos es sobre los artefactos que usa Dash, o sobre los Malvados, el Gato Diabólico o los conejos-abracitos. Esto hace que la lectura sea más divertida, ya que consultándolo encontrarán pequeñas pistas que les puede ayudar a adivinar qué camino va a tomar la historia, o como vencer a los sabueso-cebra. de esta manera, se sentirán más integrados en la historia y además les animará a consultar el diccionario cuando en otra lectura encuentren palabras que no entiendan.

En "Viernes: El gran colapso de los helados" Dash es atacado por los "Malvados del hielo" antes del desayuno, ¡con lo que eso le molesta!. Es muy original ya que hay diferentes tipos de Malvados y cada tipo está relacionado con el caos total que ocurrirá después. Además, en esta ocasión, una curiosa nariz enorme persigue a Dash olfateándolo.

Es viernes, y tras una dura semana en el colegio, les espera una recompensa, ¡un helado! Pero Dash observa a una extraña furgoneta, de la que se bajan siete hermanas muy bajitas. Posteriormente, la máquina gigante de helados es robada, ¡seguro que la furgoneta tiene algo que ver! Así que Dash, nuevamente, se propone desentrañar el misterio y recuperar la máquina de helados.

Me ha gustado mucho la idea de que al llegar el viernes los estudiantes obtengan un pequeño premio. Es un buen método de motivar a los niños para que a lo largo de la semana se esfuercen en el colegio y como recompensa obtengan algo especial, como puede ser un helado o una cena diferente, un trozo de pastel o algo similar que no sea habitual comer el resto de la semana. Sobre todo, se les enseña también a valorar los pequeños detalles, y que no todos los premios tienen porque ser regalos que impliquen un gasto excesivo de dinero. Dash y sus compañeros esperan con ansia ese helado especial y el poderlo disfrutar todos juntos. Es un buen método también para incluir una actividad en familia.

En "Viernes: El gran colapso de los helados" los niños descubrirán nuevas clases divertidas, como la de aprender a ser "Terriblemente molesto" o la de "Lanzamiento al techo". En esta última, se anima a los lectores a poderla en práctica, ya que es muy divertida. Pero se les deja muy claro que no hay que usar objetos que manchen o rompan algo o que supongan un peligro para ellos mismos.

A lo largo de la historia, los niños encontrarán divertidas aventuras y situaciones muy graciosas. Pero también descubrirán la importancia del trabajo en equipo y de la amistad, ya que sin la ayuda de Greta no hubiesen podido recuperar la máquina de helados. Aunque una vez más, el Gato Diabólico de dos colas ha logrado escapar.

En resumen, "Viernes: El gran colapso de los helados" y todas las entregas anteriores de "Caos Total" son unas divertidas y originales historias con la que los niños pasarán un rato de lectura muy entretenido.


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