Un extraño en Goa

«La revolución nos sorprendió. Un día teníamos al terrorismo casi controlado y al día siguiente los terroristas estaban en el poder».

Si comenzara así esta novela, bien podría tratarse de una historia ambientada en la España actual, pero quien esboza ese testimonio es el comandante Maciel, más conocido como Plácido Domingo, a quien algunos identificarán como un excomandante de la guerrilla de Angola, y otros con un agente infiltrado en la policía política portuguesa.

Plácido sería tan solo uno de los protagonistas de este viaje novelado si a la vez no fuera la excusa para emprenderlo, y es que José Eduardo Agualusa se saca una novela de la manga, aprovechando el viaje realizado por un escritor por el estado indio de Goa, antigua colonia portuguesa, en busca de la leyenda del mencionado militar, y lo hace de manera muy digna, tanto, que incluso el protagonista principal presume de ello: «Es un vicio intelectual. Deme dos o tres hechos, o ni siquiera eso, solo vagos indicios, y construyo una novela. Es más, cuantos menos hechos, mejor, la realidad entorpece la ficción».

Agualusa maneja los tiempos, embaucando al lector en todo tipo de situaciones que hacen que la novela avance con soltura, matizando las particularidades de lo cotidiano, y dotando a sus personajes, algunos de lo más variopintos, de un aurea exclusivo que los singulariza.

Un extraño en Goa narra la historia de un viaje —el del escritor protagonista— mientras presenciamos la propia construcción de la novela, algo que no oculta el propio autor: «Escribo porque quiero saber el final. Comienzo una historia y después sigo escribiendo porque tengo que saber cómo termina. Por eso también hice este viaje. Vine en busca de un personaje. Quiero saber cómo termina su historia».

Así que quien quiera saber el final de la historia, tendrá que leer este ejemplar editado por Villa de indianos, donde además, el lector avispado e interesado en los entresijos con los que hilar una entretenida novela de viajes, disfrutará de cómo van sucediéndose las situaciones, anécdotas, reflexiones, hechos históricos o políticos, en aquellos tiempos vacíos en la vida de sus personajes.

«Escribo porque quiero saber el final»
 
Por eso comienza el viaje, quiere saber qué fue de Plácido Afonso Domingo, por qué no regresó y se esconde en Goa. Y lo que descubre es lo que si prestamos atención ya nos ha dicho, «Denme dos o tres hechos, o ni siquiera eso, solo vagos indicios y construyo una novela» y eso le sucede, con pocos datos reales de Plácido, escribió un relato en su cabeza, que poco tenía que ver con la realidad.


                La memoria es caprichosa, cuando leía esta novela, que describe un viaje por Goa en busca de un personaje importante para Angola, me acordé de Ébano, un viaje fuera del turismo, descubriéndonos la vida cotidiana, igual que hizo Ryszard Kapuscinski, José Eduardo, nos describe lo que supuso para los goandeses la independencia de Portugal, el antes y el después, y lo llena de curiosidades, el origen de los nombre, qué simboliza la vaca blanca, qué hay detrás de la inmolación “voluntaria” de las viudas, cómo se afirma con la cabeza en la manera india, qué hay detrás del monumento de el abate Faria y la locura en la que se mete el narrador en busca de la reliquia de San Francisco Javier, así como nos cuenta la anécdota delirante del dedo del santo.


                150 páginas de leyendas, tradiciones, religión, costumbres, política, sociedad y muchas curiosidades sobre Goa y sus habitantes, todo ello salpicado de datos históricos, su larga historia como colonia portuguesa y sus consecuencias, en un relato dinámico.
                Muy recomendable.   
 

Al leer la sinópsis del libro me llamó mucho la atención y por eso me postulé para leerlo en la edición de masa crítica que lo propusieron.
Me pareció que sería un libro muy dinámico, de aventura, que te engancharía desde el principio y te capturarían sus tramas para no dejar de leer y saber más sobre esa busqueda del guerrillero traidor, pero para mi sorpresa ha sido todo lo contrario.
Me he llevado una gran desilusión con el libro porque esa búsqueda del guerrillero, resultó ser un mero trámite que se resuelve fácilmente y el libro no trata de eso, sino de las historias que le cuentan diferentes personajes que se encuentra el protagonista, entre ellos también el guerrillero "perdido" del pueblo donde está, hablando de las clases sociales, de las diferentes religiones y creencias que conviven en ese pueblo y sus mitos, leyendas...
El libro en sí, son diferentes historias de religión y leyendas contadas por distintos personajes, unidas por el hilo conductor de un escritor que las va descubriendo en un viaje por Goa, que para mi gusto, me resultó muy pesado, denso, a veces incluso sin entender muy bien de donde venía la historia y que me costó muchísimo leer. Creo que si la sinópsis hubiese correspondido con lo que en realidad es el libro no me hubiese llevado esta mala sorpresa.
Lo único bueno del libro es que por lo menos he aprendido algo de la cultura india, portuguesa, de dioses y del diablo.