SANGRE SUDOR Y LETRAS

* Sangre, Sudor y letras * de @samgim77

Buenas tardes lectores 🥰

Este mes ha sido por excelencia el mes de la novela negra, no terminaba de acabar una, y ya me estaba metiendo de lleno en otra, aunque tengo que admitir, que esta que os vengo a enseñar hoy, tenía especial ganas de hincarle el diente, ya que el primer libro del autor "Suicidio in media res" me dejó sin respiración desde la primera página. Podéis buscar la reseña en el perfil, aunque en resumidas cuentas contaba la historia de Pablo, un entrenador de gimnasio y ex policia que se ve envuelto en la resolución de un macabro y extraño suicidio que desencadena en una serie de asesinatos imposible de entender.

En este libro, volvemos a toparnos con Pablo y su humor lejano a cualquier ética, que tras los acontecimientos sucedidos en el libro anterior, debe volver a ejercer como entrenador dejando a un lado su antigua vida en el cuerpo por segunda vez.

Con el duelo a sus espaldas, y su vida echa un desastre intenta ser feliz con lo que le queda hasta que de la noche a la mañana dos cuerpos deciden aparecer en su trabajo para tirar por tierra todo aquello que ha reunido nuevamente para sí. La recepcionista y un abonado al gym, yacían muertos cuerpo junto a cuerpo en la sala del lugar.

Un libro con nuevos enigmas y nueva historia sobre su protagonista que no puede gustarme más. Es un hombre muy suyo que parece no tener demasiado miedo a las consecuencias de sus actos, si bien en este libro, nos topamos con un Pablo algo más humano.
Es una lectura un tanto bestia en vocabulario. También directa.

Esta narrada de una forma muy coloquial, como si te lo estuviese contando un amigo, y el uso de las descripciones de los espacios hace que parezca que realmente formas parte importante de la trama.

Tengo que decir que aunque creí insuperable el primer libro del autor, este segundo se ha llevado la palma. Me lo he leído en 24 horas y aún lo tengo en la cabeza.

Simplemente sublime, teneis que leerlo, pero sobre todo, tenéis que experimentar la sensación que produce en el lector. Sensación de permanencia a una trama que no es tuya, pero se vive como si lo fuera. Está muy bien hilado, me ha encantado.
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Volvemos de nuevo con las aventuras de nuestro ex policía Pablo, un nuevo caso de Los crímenes literarios. Después del caso tan retorcido que nos plantea Samuel en El suicidio in media res, esta vez, hace uso de la literatura de una forma más literal. ¡Y vaya si nos sorprende!

Pablo, como bien sabemos, trabaja en un pequeño gimnasio como monitor. Un trabajo para nada arriesgado y que plantea la posibilidad de socializar con un pequeño numero de abonados.
Todo en la vida de Pablo parece que toma camino, a pesar de su mente que se empeña en castigarlo una vez tras otra por su pasado, hasta que un viernes, supuestamente tranquilo, se convierte en una auténtica pesadilla.
Un nuevo director de escena ha preparado un espectáculo grotesco en el que la literatura toma un peso importante en las obras que van a ser representadas.
Están atrapados, vigilados y sus vidas corren peligro en cada minuto que pasa.

A lo largo de la lectura seremos partícipes de cómo cada personaje tiene un papel importante no solo en la trama de esta historia, sino en la trama de la historia de la que dependerá su vida (madre mía que de tramas 😂) . Si quieren sobrevivir tienen que aprender a pensar como lo haría un auténtico psicópata, pero a veces esto no es fácil.
Pablo se convierte así en el protector de sus compañeros, intentando averiguar cada interrogante que el rector propone e intentando comprender, con ayuda de todos, cada obra que el director intenta representar.
Pero la gran incógnita es la siguiente: "¿Quién los tiene secuestrados y por qué?"

La verdad es que Samuel sabe mezclar de manera maravillosa la literatura con la propia literatura. Tal como hizo en El suicidio in media res en el que la historia se fundía con las técnicas literarias, aquí baja un poco más la complejidad de la historia para introducir literatura en la literatura.

Si tengo que ponerle algún punto, es que me ha costado bastante engancharme a la historia en un principio. Tenía el listón muy muy alto con su anterior caso, El suicidio in media res, y quizás mi mente no dejaba aparte la historia anterior para centrarse solo en esta nueva historia. Dicen que las comparaciones son odiosas, y en este caso es verdad. Para mí, el suicidio fue, es y será una de mis lecturas favoritas, y comparándola con esta, me ha dejado un poco floja. Me ha parecido todo muy masticado para el lector, y he echado en falta la sorpresa del final o ese giro que lo cambia todo.

Aún así, por supuesto que la recomiendo. Samuel siempre consigue sacarnos de la normalidad de las historias policíacas y darles ese toque único que creo que él tiene.
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