En el corazón del bosque

La protagonista de esta novela nació en el seno de un matrimonio alemán afincado en Berlín y recibió el nombre de Inge. Cuando tenía dos años fue robada de su cuna por una anciana que se la llevó al bosque y le puso el nombre de Yona. Desde entonces hasta que tenía más o menos veinte años –momento en que la anciana murió- Yona vivió con su secuestradora-madre adoptiva quien le enseñó todo lo que hay que saber sobre la vida en el bosque. Aunque no ha tenido contacto con sus semejantes, Yona sabe hablar varios idiomas, los fundamentos de las religiones más importantes, sabe cazar y pescar y sabe sobrevivir en la naturaleza.

La anciana muere en plena Segunda Guerra Mundial. Por aquel entonces, Yona se encuentra en los bosques de Polonia y, aunque la anciana siempre le dijo que no se relacionase con otras personas, cuando ve a un grupo de judíos que han huido al bosque decide ayudarles. Ellos no saben cómo sobrevivir en un medio que les es extraño y el invierno se acerca. Con ellos Yona descubre la amistad, la relación con personas y un mundo de sentimientos se abre ante ella.

“En el corazón del bosque” es una novela de ficción histórica inspirada en hechos reales. En la novela se cita a un grupo de polacos judíos que huyeron de guettos cercanos al bosque. Esos guettos existieron, bien es sabido, y es cierto que algunos judíos pudieron huir de ellos, refugiarse en el bosque y sobrevivir a la guerra. El grupo más conocido, citado en la novela aunque Yona no llega a juntarse con ellos, es el liderado por un tal Bielski que se convirtió en una sociedad regulada de la que formaban parte más de mil doscientos judíos. Una de las principales razones por las que me gustan las novelas de este género es porque siempre me descubren algo que no conocía. Normalmente es una anécdota, un personaje que hizo maravillas dentro del horror que se estaba viviendo; en otros casos es un escenario distinto o una perspectiva diferente de lo que fueron aquellos terribles años.

Dentro de las novelas sobre la Segunda Guerra Mundial hay algunas muy fuertes, no aptas para cualquiera. A mí son las que más me gustan por mucho que son las que más duelen y a veces se hace duro leerlas. Entre estas suelo citar “Postales del Este” de Reyes Monforte. Por otro lado, existe novelas más suaves dentro del horror, aptas para quienes no han leído mucho sobre el tema. “En el corazón del bosque” estaría en este segundo grupo. Por supuesto, hay escenas horribles, duras, conmovedoras, que ponen los pelos de punta. Pero, en general, dado que gran parte del libro se dedica a dibujar la vida en el bosque y que, por duro que fuese, la vida allí fue mucho más liviana que la vida en un campo de concentración, podemos decir que es un libro bastante asequible. “En el corazón del bosque” es un libro de supervivencia, pero tanto de supervivencia en relación a los nazis como de supervivencia en el bosque. Un medio que te puede dar todo: comida, cobijo y protección pero que es también hostil si no se sabe vivir en él. Sobre todo cuando llega el duro invierno polaco. Gran parte de la novela nos habla, así, de cómo Yona caza, pesca, busca hierbas, cura heridas con remedios naturales, se mueve por el bosque borrando sus huellas, busca cobijo donde pasar la noche, etc… A mi todo esto me ha gustado mucho.

A pesar de no ser una novela especialmente larga, en ella habitan muchos personajes por lo que resulta obvio que no pueden ser descritos en profundidad. La mayoría están esbozados lo justo para que distingamos unos de otros. Los mejor desarrollados son Yona, por supuesto, la mujer que la secuestró Jerusha y un par de hombres de los grupos de judíos a los que ayudará.

Aunque la novela está narrada por un tercero omnisciente, todo se hace desde el punto de vista de Yona quien, realmente, está en todas las escenas. Con un estilo sencillo y de fácil lectura, abundando el diálogo, la novela resulta entretenida e interesante y a mí me ha durado un par de tardes. Sí que hay alguna cosilla que no acaba de cuadrar como lo fácil que le resulta a una chica que no ha tenido contacto con ninguna persona salvo una anciana compartir su espacio con un grupo numeroso de gente así como alguna casualidad que hay por ahí pero, bueno, son “peros” que no me han afectado en la lectura que, como digo, he disfrutado mucho.

Conclusión final

“En el corazón del bosque” es una novela de ficción histórica situada en un bosque polaco durante la Segunda Guerra Mundial en la que una joven que ha vivido toda su vida en el bosque enseña a un grupo de judíos huidos de un guetto a sobrevivir en un entorno para ellos desconocidos. Una perspectiva diferente y original que me ha gustado mucho.

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Desde el momento que fue secuestrada, con apenas dos años, hasta la muerte de su secuestradora, superando la veintena, Yona siempre ha vivido en el bosque, con el único contacto humano de la señora nonagenaria que la robó de su cuna y de su acomodada familia dejándose llevar a través de uno de sus múltiples presentimientos: esa niña no podía vivir con la influencia de sus padres alemanes, su persona estaba destinada a realizar otra clase de cosas.

De qué alimentarse, cómo subsistir con lo que proporciona la naturaleza, cómo sobrevivir las heladas del invierno, cómo afrontar la realidad de la vida sin tener contacto humano más allá de la persona que le arrebató su anterior vida. Año tras año, aprendizaje tras aprendizaje, susurros en el bosque tras nuevos susurros... Hasta que termina por quedarse totalmente sola, en mitad de la segunda guerra mundial, con misiles resonando por los cielos, con judíos y guerrilleros rusos dando vueltas por sus zonas protegidas, con los alemanes pisándole los pies... sin que Yona tenga ni idea de lo que está sucediendo fuera de su pequeño mundo en el bosque.

Y el resto del mundo comienza a ser un poco más real y a adquirir mayor nitidez en sus contornos, con respuestas a preguntas que ella desconoce y con todos los conocimientos del bosque que aguarda en su experiencia.

Este libro parecía tener todo lo que podría haberme conquistado: una ambientación en la Segunda Guerra Mundial, una nueva perspectiva de la vida (o forma de sobrevivir) en los bosques por parte de los judíos, unos destellos de magia a través de los retazos de intuición de Yona y de los que tuvo su secuestradora. Pero todo se fue a pique por la forma narrativa en la que está escrita.

El narrador está en tercera persona, pero centrándose principalmente en Yona dando toques superficiales a su personalidad y mucho más lejanos al resto de personajes secundarios. Ninguno me ha conseguido encandilar, aunque haya algunos cuantos (pocos) que son redondos, el resto son más planos que una tabla de planchar: aportan lo que tienen que aportar, aparecen cuando tienen que hacerlo, hacen lo que tienen que hacer, sin más y sin menos; son muchos, pero apenas un par le importan al lector, porque solo son meros detalles desdibujados.

Hay muchas cosas que suceden porque tienen que suceder y porque a los personajes, a la historia y a la autora les convienen. Hay muchas acciones que no corresponden con lo que nos ha presentado su personalidad, actúan de maneras erráticas porque la historia lo requiere; personajes que aparecen por casualidad, que deciden dar un paso o recular a tiempo, que se sacrifican porque dejan de valer... Todo un popurrí de acciones que suceden una detrás de otra y que me han hecho suspirar de agotamiento porque no terminaban de aportarme nada, me ha dado la sensación de que ha sido una historia vacía, con personajes insulsos que han cumplido con su guion a rajatabla sin apenas dejarse llevar más allá de los límites.

Si he terminado por aprobar esta novela, ha sido por mostrarme una perspectiva distinta de los sucesos de la Segunda Guerra Mundial y porque, al fin y al cabo, aunque le falte carisma, Yona no ha sido una mala protagonista y me ha gustado su tenacidad.

Siempre que puedo procuro leer cualquier libro que presente una visión diferente sobre la Segunda Guerra Mundial, sucesos que desconocía y que me ayudan a comprender lo ocurrido durante el Holocausto. Hoy os traigo mis impresiones sobre “En el corazón del bosque”, una novela que cumplía todos estos requisitos y además está inspirada en hechos reales. En ella se deja patente, una vez más, la crueldad del ser humano con el prójimo. Y es que no aprendemos de nuestros errores...
Con el telón de fondo de la Europa del Este durante la Segunda Guerra Mundial, esta es la historia de Yona, que fue secuestrada de su cuna a una edad muy temprana y obligada a vivir en el bosque por una octogenaria judía. Ella será una luz en la oscuridad que se avecina, siempre estuvo predestinada a hacer algo grande y será en 1942 cuando su camino se cruce con el de un grupo de refugiados judíos que huye del exterminio nazi y a los que ayudará a sobrevivir en los implacables bosques polacos. A cambio, recibirá algo más que una lección de vida...
La premisa de este libro tiene mucho potencial, la portada es preciosa y fue lo que más me atrajo cuando la vi, está muy bien documentada y la traducción es impecable, fruto del trabajo de Xavier Beltrán, a quien conocí en el mundo de la blogosfera. Sin embargo, el elenco de personajes secundarios es tan numeroso que las líneas de sus contornos apenas están definidas, y me ha resultado complicado empatizar con su protagonista. Yona tenía solo ocho años cuando le enseñaron a matar a un hombre. Creció aislada en lo más profundo de los bosques de Europa del Este y se nos presenta como una heroína que debe cumplir un destino profetizado desde su nacimiento. Desconocía lo que era conectar con otro ser humano hasta llegar a ser una adulta, entonces toda su existencia dio un brusco giro. Se podría decir que el bosque es un personaje más en esta novela, un lugar peligroso pero lleno de vida. También entiendo que la fe jugó un papel importante en la vida de estas personas, pero esta parte teológica se vuelve repetitiva en momentos puntuales.
Escrita con una prosa que fluye sin problemas y de la mano de un narrador omnisciente que es el encargado de dar impulso a una trama de cadencia lineal, Kristin Harmel ha compuesto un relato de supervivencia, amores y traiciones, de dolor y sacrificio, soledad y valentía, durante el momento más sombrío de la historia de la humanidad. A algunos se les podría hacer dura esta lectura por lo que está ocurriendo en estos momentos con el pueblo ucraniano, pero, aunque la autora ofrece a los lectores una perspectiva única del Holocausto, con algún suceso muy crudo y otros poco probables, en general no profundiza en las atrocidades del conflicto, por lo que sería una lectura idónea para un público juvenil.
Sintetizando: “En el corazón del bosque” es una novela de ficción histórica, inspirada en hechos reales, con sutiles pinceladas de realismo mágico y tintes de romanticismo. La historia de resiliencia de unos refugiados judíos que lograron sobrevivir al Holocausto escondiéndose en las profundidades de los bosques de Polonia. Hacedme caso y no dejéis de leer la nota de la autora que aparece al final del relato, es ahí donde se profundiza en la historia real en la que se basa este libro.

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Una historia tierna, emotiva aunque envuelta en un halo de tristeza si nos metemos de lleno en el papel de la pequeña Inge quién fue arrancada de sus padres y de su hogar a los 2 años de edad por una anciana de 82 años quién dice poseer un don especial para percibir sensaciones y predecir el futuro, y que, siguiendo esas voces internas, “no podía permitir que permaneciera viviendo con los Jüttner”, berlineses, creyéndose valedora de cambiar el destino de una criatura y quizá, ¿del mundo?, como si estuviera predestinada a alterar el curso de muchas vidas.
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Yona es una valiente heroína que descubrió quién era en la oscuridad y ayudó a dar vida a muchos que, de lo contrario, no habrían vivido. Puede que crecer como lo hizo no fuera lo ideal; quizá el mantenerla alejada de toda la barbarie por la que habría pasado en caso de haber permanecido con sus padres fuera lo mejor; sin embargo, la soledad que sintió durante muchos años, la forma en que había crecido sola con una anciana ajena a ella y ni siquiera cariñosa fue tremenda y encoje el alma. Afortunadamente su sabiduría y su sexto sentido procedía de ese pasado, y ese pasado le salvó la vida. “El universo brinda continuamente oportunidades para la vida y para la muerte, y Dios encuentra el modo de permitir que la luz regrese”.
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A través de ella conoceremos un episodio más de la crueldad de la Segunda Guerra Mundial, en este caso de los judíos perseguidos y muertos en Polonia, quienes, según notas de la autora, superan con diferencia a los que murieron en cualquier otro país, y aun así hubo gente que encontró la forma de sobrevivir contra todo pronóstico. Una historia de ficción, pero con base y detalles históricos y testimonios reales de supervivientes para conformar el relato que rescataron sus vidas de las ruinas en las que se habían quedado tras perder todo, y encontrar la forma de renacer. Lo más espeluznante es que en la actualidad ese odio entre naciones, religiones y razas sigue ocurriendo cuando “los seres humanos tienen una responsabilidad para hacer algo más allá de protegerse a sí mismos. Ayudarse unos a otros, especialmente ante el mal. Es la única manera de que la humanidad pueda sobrevivir”.

Esta novela comienza cuando en 1922 en Berlín una anciana se lleva a una niña de 2 años de los brazos de sus padres.
Jerusza es especial, puede presentir algunas cosas, y algo le decía que tenía que salvar a esa niña.
Durante los siguientes años Jerusza cría a Yona en el bosque, el único sitio que considera seguro.
Le enseña todo lo necesario para sobrevivir, para estar alerta de los peligros tanto de la naturaleza como de los hombres.
Yona siempre se pregunta porque están en el bosque y no pueden vivir en alguno de los pueblos a los que acuden por provisiones.
La anciana hace de Yona una mujer única, especial e inteligente pero Yona aún no lo sabe. Poco después la anciana muere y le cuenta a Yona toda la verdad de su pasado. A partir de ahí Yona sigue viviendo en los bosques de Polonía hasta que estalla la guerra. Los judíos escapan de los pueblos atemorizados y se refugian en el bosque, poniéndola en peligro. Yona solo piensa en ayudarlos, pero nunca ha tratado con más personas y tampoco entiende de guerras ni religiones.
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La historia de Yona no se parece a nada que haya leído antes, y esto, lo agradezco ya que hemos leído muchas historias sobre la II GM pero nunca había leído como los judíos huían al bosque perseguidos por alemanes donde no sabían si podrían sobrevivir o morir de hambre. Este libro está basado en una historia real, miles de personas sobrevivieron a la guerra escondidos en la profundidad del bosque y otros fueron atrapados.
El personaje de Yona es pura valentía, como sobrevive a la soledad, a la traición y a sentirse diferente.
La trama me parece brutal, y ese pequeño toque mágico de la historia hace que devores el libro hasta saber que ocurre al final.
Os recomiendo mucho leer las notas de la autora.