Una historia tierna, emotiva aunque envuelta en un halo de tristeza si nos metemos de lleno en el papel de la pequeña Inge quién fue arrancada de sus padres y de su hogar a los 2 años de edad por una anciana de 82 años quién dice poseer un don especial para percibir sensaciones y predecir el futuro, y que, siguiendo esas voces internas, “no podía permitir que permaneciera viviendo con los Jüttner”, berlineses, creyéndose valedora de cambiar el destino de una criatura y quizá, ¿del mundo?, como si estuviera predestinada a alterar el curso de muchas vidas. . Yona es una valiente heroína que descubrió quién era en la oscuridad y ayudó a dar vida a muchos que, de lo contrario, no habrían vivido. Puede que crecer como lo hizo no fuera lo ideal; quizá el mantenerla alejada de toda la barbarie por la que habría pasado en caso de haber permanecido con sus padres fuera lo mejor; sin embargo, la soledad que sintió durante muchos años, la forma en que había crecido sola con una anciana ajena a ella y ni siquiera cariñosa fue tremenda y encoje el alma. Afortunadamente su sabiduría y su sexto sentido procedía de ese pasado, y ese pasado le salvó la vida. “El universo brinda continuamente oportunidades para la vida y para la muerte, y Dios encuentra el modo de permitir que la luz regrese”. . A través de ella conoceremos un episodio más de la crueldad de la Segunda Guerra Mundial, en este caso de los judíos perseguidos y muertos en Polonia, quienes, según notas de la autora, superan con diferencia a los que murieron en cualquier otro país, y aun así hubo gente que encontró la forma de sobrevivir contra todo pronóstico. Una historia de ficción, pero con base y detalles históricos y testimonios reales de supervivientes para conformar el relato que rescataron sus vidas de las ruinas en las que se habían quedado tras perder todo, y encontrar la forma de renacer. Lo más espeluznante es que en la actualidad ese odio entre naciones, religiones y razas sigue ocurriendo cuando “los seres humanos tienen una responsabilidad para hacer algo más allá de protegerse a sí mismos. Ayudarse unos a otros, especialmente ante el mal. Es la única manera de que la humanidad pueda sobrevivir”. |