A Ulysses le encargan una extraña investigación: la muerte de un diplomático en un accidente. Intenta rascar algo de información entre los imposibles e improbables testigos de una atestada calle, pero casi todo es en vano. Nadie sabe, nadie recuerda y lo poco que hay lo conduce a llamar a las puertas de la alta sociedad donde lo miran lo recelo y desprecio. En ese camino inesperado se encuentra con Beatrice, una mujer de alta cuna con una vida que desafía los convencionalismos de la época y lo que se esperaba de una mujer de su posición. Ambos intentan dar solución al misterio, por motivos muy diferentes, destapando así una serie de sucesos que los sorprenderán y desafiarán sus dotes para la investigación. Este es el segundo libro que leo de la escritora y me ha encantado. La ambientación es muy detallada y describe muy bien como eran los diferentes ámbitos en los que se movían los protagonistas, así como el diferente trato que recibían debido a sus diferentes orígenes. A Ulysses lo miran por encima del hombro, pese a ser un representante de la ley, y Beatrice ha de cuidar su reputación y la de su familia a toda costa. Los personajes también están muy bien construidos, con un pasado lleno de experiencias que marca su presente y ambos se resisten a que este decida su futuro. Por último, la investigación que avanza hacia un final incierto debido a todas las implicaciones que conlleva tirar de la madeja y que salga a la luz lo que van descubriendo. En resumen es un libro que aúna diferentes subtramas dando lugar a una novela romántica con un thriller de trasfondo. No te la pierdas. + Leer más |