Almendra de Won-Pyung Sohn
No era fácil ser como todos. La gente habla a la ligera incluso desdeña ser común y corriente ,pero ¿Cuántos gozan de la tranquilidad que implica ese tipo de vida.
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Almendra de Won-Pyung Sohn
No era fácil ser como todos. La gente habla a la ligera incluso desdeña ser común y corriente ,pero ¿Cuántos gozan de la tranquilidad que implica ese tipo de vida.
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Almendra de Won-Pyung Sohn
Al fin y al cabo, la suerte es la culpable de muchas cosas tremendas que ocurren en el mundo.
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El impulso de Won-Pyung Sohn
Aprender a sonreír puede ser mucho más difícil que corregir la postura, porque, mientras que eso puede lograrse enderezando la espalda, no podrá cambiar las expresiones faciales sin sentir emociones genuinas.
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El impulso de Won-Pyung Sohn
En realidad, es muy fácil estropear algo. Tan fácil como deshacer una gota de tinta en el agua. Lo difícil es mejorar algo. Rescatar una vida ya averiada es tan grandioso y duro como cambiar el mundo entero.
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El impulso de Won-Pyung Sohn
¿Qué hago si no sale como esperaba algo que ha consumido toda mi energía?
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El impulso de Won-Pyung Sohn
Cualquiera puede ser una persona grandiosa cuando la vida le trata bien.
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El impulso de Won-Pyung Sohn
El ser humano tiende a volver a su estado original. Es inflexible como una piedra y, cuando está más convencido de que ha cambiado, termina regresando a su estado anterior. ¿Por qué? Porque es más cómodo. Son pocos los que con fuerza de voluntad superan el instinto de regresar a su zona de confort. Solo quienes logran eso pueden avanzar hacia delante dejando atrás a su yo del pasado.
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El impulso de Won-Pyung Sohn
Jin-seok definía como adultocentrismo lanzar a personas más jóvenes preguntas indiscretas alegando amabilidad o interés genuino. Y la actitud que acababa de ver en ese hombre, que le hacía preguntas como en una entrevista de trabajo, era sin lugar a dudas adultocéntrica.
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Almendra de Won-Pyung Sohn
Mi cabeza era un desastre, pero mi espíritu no se había corrompido gracias al calor de esas manos que habían aferrado la mías a uno y otro lado.
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Almendra de Won-Pyung Sohn
Ni yo mismo tengo la menor idea de cómo será. En realidad, nadie puede saber si una historia terminará en tragedia o comedia. Quizá sea imposible desde el principio clasificar una existencia como una u otra. La vida no hacer más que fluir imparable, guardándonos toda clase de sabores. Yo he decidido afrontar la vida del modo que lo he hecho siempre: tal como viene y en la medida en que puedo sentirla.
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Almendra de Won-Pyung Sohn
Ellas constituían todo mi universo, pero ahora que no estaban debía aprender que existían otras personas en el mundo.
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Almendra de Won-Pyung Sohn
Era un final que no se ajustaba a las enseñanzas de mamá, pero no me disgustó. Mostraba que en este mundo no había respuestas preestablecidas.
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Almendra de Won-Pyung Sohn
En realidad, nadie puede saber si una historia terminará en tragedia o comedia. Quizá sea imposible desde el principio clasificar una existencia como una u otra. La vida no hace más que fluir imparable, guardándonos toda clase de sabores.
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Almendra de Won-Pyung Sohn
—¿Sabes por qué te late rápido el corazón? —preguntó Dora. —No. —Porque estoy muy cerca de ti y tu corazón aplaude de alegría. —Ah. |
Almendra de Won-Pyung Sohn
Las estanterías vacías parecían decirme que pronto se cerraría una etapa de mi vida. Apagué las luces y aspiré con fuerza el aire. Era el mismo olor a libros viejos de siempre, pero había algo más. De pronto, relumbró una chispa en mi corazón. Me nació un deseo irreprimible de aprender a leer entre líneas y de comprender los mensajes que querían transmitir aquellos autores. Quería conocer a muchas personas, compartir charlas profundas con ellas y llegar a saber algún día cuál era la esencia del ser humano. |
Almendra de Won-Pyung Sohn
Dora me mostró las flores y su aroma, el viento y los sueños. Fue como si escuchara una canción por primera vez. Ella sabe entonar de un modo muy distinto las melodías que todos conocemos.
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Almendra de Won-Pyung Sohn
Mi cabeza era un desastre, pero mi espíritu no se había corrompido gracias al calor de esas manos que habían aferrado las mías a uno y otro lado.
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Almendra de Won-Pyung Sohn
—¿Cómo puedes dormir? ¿Cómo puedes levantarte e ir al colegio todos los días? ¿No te das cuenta? ¡Eran tu familia (...)! —No sé cómo, pero uno sigue viviendo. Quizá los demás tarden más, pero yo creo que también terminarían por comer y dormir algún día. Estamos hechos para seguir viviendo. |
Almendra de Won-Pyung Sohn
Pero, si se piensa, los presentimientos no nacen de la nada. Los hechos que experimentamos en la vida diaria se van acumulando en el cerebro y son clasificados en condiciones y resultados. Cuando nos encontramos en una situación similar a otra ya experimentada bajo determinadas condiciones, inferimos el resultado sin darnos cuenta. En otras palabras, los presentimientos son datos que se derivan de causas muy concretas (...)
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Almendra de Won-Pyung Sohn
Bastaba con que mis ojos fueran detrás de las letras. Aspirando el olor del libro, seguía lentamente con la mirada sus formas y sus trazos. Para mí era una tarea tan sagrada como la de degustar las almendras. Una vez que me parecía que las había palpado lo suficiente con los ojos, las leía en voz alta muy despacio. Las dejaba salir a través de mi garganta después de masticarlas y saborearlas durante un buen rato. Lo hacía una y otra vez hasta que me aprendía de memoria las oraciones.
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Moby Dick, Herman Melville