Como el viento de otoño de Teresa Cameselle
No quería moldear a aquellas niñas a su antojo, sino verlas crecer y florecer, abrir sus mentes, descubrirles el mundo y dejar que lo exploraran con auténtico interés.
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Como el viento de otoño de Teresa Cameselle
No quería moldear a aquellas niñas a su antojo, sino verlas crecer y florecer, abrir sus mentes, descubrirles el mundo y dejar que lo exploraran con auténtico interés.
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Como el viento de otoño de Teresa Cameselle
Les habló entonces de la dedicación, aprobada y fomentada en principio por la República, aunque prohibida después por el gobierno del Partido Radical y sus socios de la CEDA. (...) Desde hacía años la Institución Libre de Enseñanza defendía la unión de sexos y sus ventajas. Puesto que niños y niñas, hombres y mujeres, están juntos en la vida, resulta absurdo empecinarse en mantenerlos separados en las aulas.
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No Soy La Bella Durmiente de Teresa Cameselle
Ella era el primer amor que no se olvida. Y también era un amor nuevo, una desconocida que se cruzaba en su camino dando un vuelco a su vida. Un flechazo, un fuego ardiente y constante que le quemaba el cuerpo y la mente. |
¿Qué objetousaron como traslador en el Mundial de Quidditch?