Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
Mire esa pareja vomitiva (un peón con caspa y una pequeña esnob de histeria wagneriana), que el vulgar de turno, mala persona hasta el delirio, llamó el otro día "Tristán e Isolda"
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Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
Mire esa pareja vomitiva (un peón con caspa y una pequeña esnob de histeria wagneriana), que el vulgar de turno, mala persona hasta el delirio, llamó el otro día "Tristán e Isolda"
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Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
¿Maugis? Si, hace crítica musical, y artículos que son una mezcla de groserías y de juego de palabras
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Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
Me cepilla el pelo hacia delante, con mucha energía, lo ahueca por los lados, se aleja dos pasos y murmura, extasiada: "¡Esta igualita que Polaire!"
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Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
Por suerte, mi cuerpo continúa bien, según compruebo a menudo con complacencia, acurrucada en el agua caliente de la cubeta. Todo en él es elástico y flexible, largo, no muy grueso, pero si lo bastante musculoso para no parecer flaco
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Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
Ciertamente, este señor no es muy cortés, pero yo me divierto a horrores
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Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
Tiene los pómulos encendidos y su bonita nariz está pálida. Solo en Luce he visto una emoción semejante, pero él es mucho más guapo
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Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
¡Oh, qué deliciosa eres! ¡Hace tanto tiempo que quería recibir verdaderas confidencias de muchacha! Aquí, en París, las chicas son ya mujeres o son tontas de capirote
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Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
Tu Zola no entiende nada de nada del campo. En general, no me gusta mucho lo que escribe
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Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
De todos modos, he estado a punto de reñir con ese chico. Claudine, hija de mi alma, nunca te vas a corregir de esa necesidad de meterte donde nadie te llama, del pequeño deseo, un poco despreciable, de demostrar que eres lista, que lo sabes todo, que comprendes un montón de cosas por encima de tu edad
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Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
Tanta blancura ya me está inspirando el inconfesable deseo de arrojar tinteros sobre ella, de embadurnar las paredes con carboncillo, de manchar esas pulcras pinturas al temple con la sangre de un corte de un dedo
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Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
Terminaba la exhibición, nos abrochábamos los corpiños, cada una convencidísima de tener muchos más que las otras tres
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Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
Si Anaïs lo viera, ¡sería capaz de violarle! La larguilucha Anaïs, con su cara amarillenta y sus bruscos ademanes, violando al pequeño Marcel constituye una divertida imagen
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Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
¡Dios mío, que bonito es! Le doy mi mano sin decir nada, tan insistentemente le miro. ¡Nunca he visto nada tan lindo! ¡Si es una chica! ¡Es una chica con pantalones!
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Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
Me parece que, en total, solo he visto una vez a mi tía Coeur. Se parecía a la Emperatriz Eugenia, creo que para mortificar a su hermano, que se parece al Rey Sol
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Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
He dado muchos besos a la pobre pequeña en sus elásticas mejillas, en sus pestañas húmedas, en su nuca blanca y morena; he besado sus hoyuelos y si irregular Marinilla, demasiado corta. Nunca obtuvo de mí tantas caricias
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Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
¡Pero son mis cabellos lo que me preocupa sobre todo! No puedo hablar de esto sin que me entren ganas de llorar. jMe los cortaron debajo de la oreja, mis bonitos mechones de color castaño rojizo, mis hermosos mechones rizados! Por Dios!, los diez centímetros que me quedan hacen todo cuanto pueden por rizarse y ahuecarse, y se apresuran a crecer
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Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
Claro que no concibo que la gente viva en París por gusto, sin verse obligado a ello; pero empiezo a comprender que uno se puede interesar por lo que sucede en estos grandes cajones de seis pisos
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Cahiers de l'Herne: Colette de Sidonie-Gabrielle Colette
Más tarde, Sido le confiaría a Colette que su padre la consideraba responsable de la muerte de su madre "... Nunca sentí más que pena por mi padre, porque mi nacimiento le había costado la vida a mi madre y le recordé demasiado vívidamente este evento.
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Cahiers de l'Herne: Colette de Sidonie-Gabrielle Colette
Adèle Eugénie Sidonie Landoy nació en París el 12 de agosto de 1835.
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Gregorio Samsa es un ...