Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
De todos modos, he estado a punto de reñir con ese chico. Claudine, hija de mi alma, nunca te vas a corregir de esa necesidad de meterte donde nadie te llama, del pequeño deseo, un poco despreciable, de demostrar que eres lista, que lo sabes todo, que comprendes un montón de cosas por encima de tu edad
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