Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
Esa necesidad suya de reafirmarse viciosos y muy modernos, común a los dos, a mí me confunde. Sin embargo, hago lo que hace Rézi y no me siento viciosa
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
Esa necesidad suya de reafirmarse viciosos y muy modernos, común a los dos, a mí me confunde. Sin embargo, hago lo que hace Rézi y no me siento viciosa
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
Me contemplo en el amplio y bien situado espejo, orgullosa de mi esbeltez musculada, de mi gracia más de muchacho y más exacta que la de Rézi
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
Quisiera cortar con mis dientes su lengua afilada, quisiera amar a una Rézi muda, dócil, perfecta en su silencio iluminado solo por miradas y gestos
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
Quisiera que ella estuviera triste, como yo; como yo, recogida y temerosa ante los minutos que se nos escapan; que por lo menos me dejara con mis recuerdos. Ahora está deliciosamente bonita. Hace poco era apasionadamente bella.
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
La tengo contra mi corazón, y a lo largo de todo mi cuerpo. Sus frescas rodillas me tocan, las pequeñas uñas de sus pies me arañan con delicia.
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
No debiste hacerlo si no podías apagar todos los días mi sed de ti
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
No se mueve. Pero su nuca me envía su perfume, sus mejillas ardientes me caldean y, contra mis rodillas, noto la forma de sus senos
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
¡Ay! La vista de lo que amo - la belleza de mi amiga, la suavidad de los bosques de Fresnos, el deseo de Renaud- ¡cómo suscita en mí la misma emoción, la misma ansia de posesión y de entrega! Así pues, ¿solo tengo una forma de sentir?
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
Suspira y, con un gesto como de despertar, estira sus brazos de ninfa del Rin
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
Antes de dejar que ella me invadiera y se impregnada de mí, ¿no podía yo haberme explicado neta y claramente?
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
A veces, irritada, enervada por esa dulzura tenaz, por su belleza, que me pasa por la cara como si fuera un ramillete, que, apenas velada, adorna ante mí, siento ganas de preguntarle bruscamente: "¿Adónde quieres ir a parar?" Pero temo que me lo diga.
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
(Las relaciones entre mujeres) es la lógica búsqueda de un compañero más perfecto, de una belleza más semejante a la vuestra, en la que vuestra sensibilidad y vuestros desfallecimientos se miran y se reconocen
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
Hombre simple, es que conozco mi trasero: sé que es duro, de aspecto y de tacto agradable. Estoy menos segura de mis pensamientos y de su limpieza, y de la acogida que recibirían
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
Debido a mi corte de cabello y a mi frialdad para con ellos, los hombres piensan: "Le van las mujeres". Porque, cosa que va contra el sentido común, si no me gustan los hombres, han de gustarme las mujeres. ¡Ah, la simplicidad del espíritu masculino!
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
En París es donde se ven los más cautivadores rostros de una belleza que toca a su fin; mujeres de cuarenta años, maquilladas y tenazmente ceñidas, que conservan fina la nariz, sus ojos de jovencitas, y que se dejan mirar con satisfacción y amargura
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
Cepilla sus cabellos de bruma saltarina ... Un golpe de varita y, gracias a un peine mágico, he aquí todo ese oro recogido, ordenado y retorcido en una nuca de ondas juiciosas.
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
Encontré los Rubens. Me asquean. ¡Sí, me asquean! Esa carne, tanta carne, esa María de Médicis mofletuda y empolvada ...
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
¡Qué viejo soy, Claudine, mi querida niña! Noto cómo, uno tras otroz los minutos me arrugan, y es doloroso, ¡tan doloroso!
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¿Quién escribió la saga?