Chéri de Sidonie-Gabrielle Colette
La hermosa mano que ha dejado aquí su huella se ha apartado de ti para siempre
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Chéri de Sidonie-Gabrielle Colette
La hermosa mano que ha dejado aquí su huella se ha apartado de ti para siempre
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La gata de Sidonie-Gabrielle Colette
el humor sexual del hombre es una corta estación cuyo incierto retorno jamás constituye un nuevo inicio.
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Cadeaux de Noël de Sidonie-Gabrielle Colette
«No tengo recuerdos de Navidad...", confía Colette en 1933 al periódico "La République". Extraña confesión de parte de una escritora que durante casi cuarenta años, de 1909 a 1948, publicó en la prensa, sobre Navidad y el Año nuevo, numerosos textos.
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La gata de Sidonie-Gabrielle Colette
-Eres como el perfume de las rosas -le dijo un día a su mujer-, quitas el apetito.
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
Siempre veré esa cabeza rubia, que, ante mis miradas, se descompone y parece morir. Casi la envidio por tener tanto miedo.
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
Verla en secreto, apartar de esta historia, que a él no le atañe, a mi querido Renaud, al que amo demasiado para verle mezclado, sin un terrible malestar, en estos chanchullos
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
Me conozco esos noes que quieren decir sí... Yo misma los he dicho muchas veces
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Claudine casada de Sidonie-Gabrielle Colette
¡Ah, solo sus caricias son autoritarias! (Reconozco que ya es algo) |
Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
Lo que me hace falta es precisamente un padre como él. ¡Oh, no quiero hablar mal del mío, no es culpa suya si es un poco especial! Pero a éste le hubiera adorado
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Claudine en París de Sidonie-Gabrielle Colette
He dado muchos besos a la pobre pequeña en sus elásticas mejillas, en sus pestañas húmedas, en su nuca blanca y morena; he besado sus hoyuelos y si irregular Marinilla, demasiado corta. Nunca obtuvo de mí tantas caricias
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El quepis y otros relatos de Sidonie-Gabrielle Colette
Una mujer enfurecida nos resulta imprevisible: nunca sabemos si nos tratará de "patán" con un aire de gran dignidad, o si intentará arrancarnos más uñas, o dejarnos sin nariz de un mordisco. Ni siquiera ella lo sabe, la furia le viene de muy atrás
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El quepis y otros relatos de Sidonie-Gabrielle Colette
Se perfectamente que entre amantes basta cualquier nimiedad para ensombrecer un ambiente electrizado
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Chéri de Sidonie-Gabrielle Colette
Ella acariciaba escandalizada pero secretamente cautivada, aquellas imágenes, que transformaba en su futuro hogar en una especie de palacio de dudosa reputación, de templo a la gloria de Chéri.
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El trigo tierno de Sidonie-Gabrielle Colette
El bany quotidià, joia silenciosa i completa, retornava a la seva edat difícil la pau i la infantesa, totes dues en perill.
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Claudine en la escuela de Sidonie-Gabrielle Colette
Ahora es un animalito adorado, consentido, que se ha vuelto tiránico, pues sorprendo las implorantes miradas de la señorita intentando hallar un pretexto para que llegue hasta ella, a lo que esa cabeza de chorlito responde con caprichosos movimientos de cabeza y ojos divertidos que indican un no. Decididamente, la pelirroja se ha convertido en su esclava.
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Claudine en la escuela de Sidonie-Gabrielle Colette
Hablo sin convicción y bien sabe ella que toda esta palabrería no quiere decir nada
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El quepis y otros relatos de Sidonie-Gabrielle Colette
No hay palabras para cantar ni recuerdos para ilustrar esos períodos, que desde la distancia tan sólo puedo comparar con destellos de un sueño feliz.
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El quepis y otros relatos de Sidonie-Gabrielle Colette
¿No entiende por qué? No comprende que preferiría cualquier cosa antes que pelearme con una mujer, o con dos... Un combate de boxeo o incluso la guerra nos provoca menos miedo a los hombres, un miedo menos atenazador que el furor de una mujer.
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Chéri de Sidonie-Gabrielle Colette
Conquistar a una mujer es difícil, hijo mío, pero no perderla lo es aún más...
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Es un retelling de...