Imperio de Selene M. Pascual
El beso, cuando llega, no le pertenece a nadie más que a nosotros. Y por eso es perfecto.
|
Imperio de Selene M. Pascual
El beso, cuando llega, no le pertenece a nadie más que a nosotros. Y por eso es perfecto.
|
Imperio de Selene M. Pascual
La única manera de que las cosas cambiaran de verdad sería que todo el mundo dejase de mirar, pero nunca va a pasar. No puedes obligar al mundo a cerrar los ojos.
|
Imperio de Selene M. Pascual
Aprieto mis brazos a su alrededor y escondo la cabeza en su cuello. Creo que estamos las dos igual de rotas, igual de cansadas. Creo que, en este momento, no querríamos nada más que poder vivir bajo esta tela y en este abrazo para siempre. Al menos, a mí me gustaría quedarme para siempre aquí. Es cómodo. Lo más cómodo que he tenido en mucho tiempo.
|
|
Imperio de Selene M. Pascual
El beso, cuando llega, no le pertenece a nadie más que a nosotros. Y por eso es perfecto. |
Imperio de Selene M. Pascual
Cuando se aparta, tengo la sensación de que se lleva consigo un pedazo de mí. Un pedazo hecho de recuerdos, de un primer beso, de risas en la playa, de bailes lentos, de discusiones y disculpas, de caricias por todo el cuerpo y de mañanas juntos. Es un pedazo inmenso. Voy a quedarme vacío. |
Imperio de Selene M. Pascual
Lo necesito. Claro que lo necesito. No me acuerdo de cómo era estar sin él, pero lo más importante es que no quiero recordarlo. No quiero estar sin él.
|
Imperio de Selene M. Pascual
No, yo no deseo ningún puesto si no es con él a mi lado. No soy capaz de imaginarme mi vida sin él, ni siquiera aquí dentro. |
|
Imperio de Selene M. Pascual
–Si tuviera que fiarme de alguien en este lugar, probablemente sería de ti.
|
Imperio de Selene M. Pascual
Cuando estás acostumbrada a que todo el mundo te quiera, ¿quién eres si de repente nadie lo hace?
|
Pétalos de papel de Selene M. Pascual
Aquel chico lleno de mentiras y secretos bajo los guantes parecía ser en aquel momento mi única verdad.
|
Pétalos de papel de Selene M. Pascual
No sé si puedes comprender lo que es romper el silencio y dejar que alguien vea algo de ti por primera vez en mucho tiempo. Es como deshacerte de un vendaje y rozar una herida abierta.
|
Pétalos de papel de Selene M. Pascual
[...] a veces, creer que ya no te queda nada más que perder es justo lo que necesitas para que desaparezca el miedo a arriesgarte.
|
Pétalos de papel de Selene M. Pascual
—Mi abuela decía que la primavera estaba hecha de recuerdos. [...] —Cuando le dijeron que tenía alzhéimer, me lo explicó así. Me dijo que la memoria era como una flor y que la suya iba a ir marchitándose. Que quizá pasase poco a poco, o quizá demasiado rápido, era difícil saberlo. Y entonces, cuando llegaba la primavera y todo florecía, decía: «Qué recuerdos tan bonitos tiene la gente». Y yo le compraba flores y las regaba y las mantenía, fuese verano, otoño o invierno, para que viese que intentaría hacer lo mismo con su memoria. Y al principio había funcionado. Los primeros años habían sido fáciles, tanto para ella como para mí. Las cosas que olvidaba al principio pasaban por despistes, pequeños detalles con los que se podía convivir. Pero no puedes mantener la primavera para siempre. Al final, el otoño vuelve y todo empieza a morir. Unas llaves por dentro de la puerta se convierten en una anécdota que ya no es tan vívida, y la anécdota en un nombre que ya no te sale con la misma facilidad, y el nombre en un rostro que ya no sabes ubicar, y el rostro en la incapacidad de reconocer el tuyo propio al mirarte en el espejo. Fueron siete años hasta que llegó el invierno. —¿Sabes lo curioso? —susurré—. Olvidó muchas cosas. Muchos días me olvidaba incluso a mí. Pero nunca dejó de decir eso, cada primavera. «Qué recuerdos tan bonitos tiene la gente». + Leer más |
Pétalos de papel de Selene M. Pascual
Lo sencillo que resulta revivir a alguien con algunas palabras, con conversaciones y hechos pasados, y lo difícil que es deshacerse de ellos después. No existen historias de fantasmas que den más miedo que las que nos contamos a nosotros mismos. Aquellas que nos traen de vuelta a quienes amamos para luego volver a arrebatárnoslos.
|
Pétalos de papel de Selene M. Pascual
Pensé en ella. En mi propia Olivia. En la manera en la que había olvidado. En cómo era una persona y a veces dejaba de serlo y otras veces regresaba un tiempo, pero nunca del todo. La perdí. Se me fue de una de las maneras más dolorosas en las que se te puede ir alguien: cuando todavía está a tu lado y, a la vez, no.
|
Pétalos de papel de Selene M. Pascual
—Hay cosas que no se cuentan a los niños. —Creemos que es para que no tengan que buscar cada noche debajo de su cama, pero a veces también es para no despertar a los monstruos que duermen debajo de las de los adultos.
|
|
|
¿En qué año se publicó?