|
|
|
Luna de verano de Robyn Carr
Los días de paz y tranquilidad en Virgin River se habían acabado oficialmente para Aiden. La casa de su hermano se había convertido en un manicomio.
|
Luna de verano de Robyn Carr
Él no tenía problemas de autoestima: sabía muy bien cuáles eran sus virtudes.
|
Luna de verano de Robyn Carr
—Erin, querida… Tienes treinta y seis años y llevas veinticinco siendo madre. Estás pasando por el síndrome del nido vacío.
|
Luna de verano de Robyn Carr
—No dejes que nadie te diga lo que tienes que sentir, Erin. Si lo que te gusta es trabajar, ¡trabaja!
|
Luna de verano de Robyn Carr
Intenta conseguir algún libro con una portada en la que salgan un chico y una chica abrazados. O una chica con un vestido de baile muy escotado. O con zapatos de tacón de aguja. No te volverás más lista, pero no podrás parar hasta llegar al final.
|
Brisas de noviembre: Virgin river de Robyn Carr
—Tú lo tenías todo bajo control, y además tenías razón: yo habría reculado. Ellie, tarde o temprano vas a tener que aceptar lo lista que eres.
|
Brisas de noviembre: Virgin river de Robyn Carr
¿Sabes de qué me he dado cuenta? De que eres lo malo conocido.
|
Brisas de noviembre: Virgin river de Robyn Carr
—En una cosa tenías razón, Franci: los dos hemos cambiado mucho estos últimos años, y yo voto por no volver atrás.
|
|
Brisas de noviembre: Virgin river de Robyn Carr
El error de partida fue estar juntos. Él decía siempre que no quería casarse, ni tener familia. Y yo que eso era lo que quería, cuando pasara un tiempo.
|
A este lado del paraíso: Virgin river de Robyn Carr
—Estoy muy orgulloso de ti, Ellie. No te has dado por vencida. Hércules Baldwin, ésa eres tú —dijo, y sonrió.
|
|
A este lado del paraíso: Virgin river de Robyn Carr
—Me recuerdas a la historia del hombre y la inundación. El agua inunda su casa y él se queda en el tejado. Pasa una barca y él dice: «No os preocupéis, Dios se ocuparé de mí. Id a salvar a otros». Poco después, mientras sigue subiendo el nivel del agua, pasa otra barca y él dice lo mismo. Al poco rato está encaramado a lo alto de la chimenea y un helicóptero le lanza una cuerda. «No os preocupéis por mí», grita. «Dios se ocupará de mí». Naturalmente, el muy necio se ahoga. Y cuando se encuentra con Dios, le suelta: «Creía en ti, confiaba en ti, ¿por qué no me salvaste?». Y Dios dice: «Mandé dos barcas y un helicóptero. ¿Qué más quieres?».
|
|
A este lado del paraíso: Virgin river de Robyn Carr
Busco una pasión insoportable, eterna, irrompible, profunda y que dure toda la vida. El amor a la enésima potencia.
|
A este lado del paraíso: Virgin river de Robyn Carr
Mi abuela solía decir que no se necesita mucho dinero para tener una vida plena. Lo único que hace falta es una mucha imaginación, algunos libros y una actitud positiva. Los libros son gratis en la biblioteca, pero la imaginación hay que ejercitarla.
|
|
A este lado del paraíso: Virgin river de Robyn Carr
Noah, en cambio, contaba entre sus amigos, de momento, con un barman, una stripper, un cocinero y una matrona. Por primera vez desde hacía mucho tiempo, su vida le dejó buen sabor de boca.
|
¿Quién escribió la saga?