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La quinta ola de Rick Yancey
Lo había entendido todo mal. Antes de encontrarte creía que la única forma de resistir era tener algo por lo que vivir. Y no es eso. Para resistir, debes encontrar algo por lo que estés dispuesto a morir
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El mar infinito de Rick Yancey
Porque, al final, sin amor, nuestros esfuerzos no sirven de nada, todo lo hacemos en vano
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La quinta ola de Rick Yancey
Hay un viejo dicho que afirma que la verdad te hará libre. No me lo creo. A veces, la verdad cierra la puerta de tu celda y la tranca con mil cerrojos.
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La quinta ola de Rick Yancey
Sólo podemos saber que alguien está loco si hay un cuerdo con quien compararlo. Como el bien y el mal: si todo fuera bueno, nada sería bueno
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El mar infinito de Rick Yancey
Boca abajo. Después apoyó las rodillas. Después, las manos. Los codos le temblaron, las muñecas amenazaron con doblarse bajo su propio peso. Egocéntrica, cabezota, sentimental, infantil, presumida. «Yo soy la humanidad». Cínica, ingenua, amable, cruel, suave como una pluma, dura como el acero al tungsteno. «Yo soy la humanidad». Se arrastró. «Yo soy la humanidad». Cayó. «Yo soy la humanidad». Se levantó. |
La quinta ola de Rick Yancey
La primera regla: no confiar en nadie. Lo que conduce a la segunda regla: la única forma de seguir con vida el mayor tiempo posible es seguir sola el mayor tiempo posible. Acabo de romper ambas reglas. Sí, son muy listos: cuanto más difícil resulta sobrevivir, más necesitas la compañía, y cuanto más acompañada estás, más difícil resulta sobrevivir. |
La quinta ola de Rick Yancey
─Es inútil, estúpido y suicida, pero el amor es un arma ante la que no tienen respuesta. Saben cómo piensan, pero no saben cómo sienten.
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La quinta ola de Rick Yancey
No, me refiero a los alienígenas que nos montamos en la cabeza. Los que nos inventamos, los que llevamos inventándonos desde que nos dimos cuenta de que esas luces que brillaban en el cielo eran soles como el nuestro y probablemente tenían planetas como el nuestro girando a su alrededor. Ya sabes, los alienígenas que imaginamos, la clase de alienígenas que nos gustaría que nos atacaran: alienígenas humanos. Los has visto millones de veces. Bajan en picado desde el cielo en sus platillos volantes para arrasar Nueva York, Tokio y Londres, o recorren el campo en enormes máquinas parecidas a arañas mecánicas que escupen rayos láser; y la humanidad siempre, siempre deja a un lado sus diferencias y se une para derrotar a la horda alienígena. David mata a Goliat y todos (salvo Goliat) se van contentos. Qué mierda. Es como si una cucaracha ideara un plan para derrotar al zapato que se pone a aplastarla. No hay forma de saberlo a ciencia cierta, pero apuesto lo que sea que los Otros conocen a los alienígenas humanos que nos imaginamos, y apuesto lo que sea a que les hicieron muchísima gracia. + Leer más |
La quinta ola de Rick Yancey
La crueldad no es un rasgo de la personalidad. La crueldad es un hábito.
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La quinta ola de Rick Yancey
El primer asesinato sería el más difícil, pero el siguiente costaría menos, y el siguiente, aún menos, porque es cierto: incluso la persona más sensible se acostumbre a lo más insensible.
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La quinta ola de Rick Yancey
Éramos como los japoneses que sobrevivieron al estallido inicial de la bomba de Hiroshima. No entendíamos por qué seguíamos allí y no estábamos del todo convencidos de querer estarlo.
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La última estrella de Rick Yancey
Sin embargo, también soy más que eso. Soy todos los que ellos recuerdan, aquellos a los que amaban, aquellos a los que conocían y todas las personas de las que habían oído hablar. ¿Cuántos hay en mi interior? Cuenta las estrellas. Vamos, enumera los granos de arena. Esa soy yo. Soy la humanidad. |
La quinta ola de Rick Yancey
En cuanto a formas de morir, morir congelado no está tan mal. Eso es lo que pienso mientras muero congelada. Sientes calor, no hay dolor en absoluto. Es como si flotaras, como si te hubieses tragado una botella entera de jarabe para la tos. El mundo blanco te envuelve en sus brazos blancos y te lleva abajo, hacia el helado mar blanco. Y el silencio es tan…, mierda, tan silencioso, que el latido de tu corazón es el único sonido del universo. Tan silencioso que oyes susurrar tus pensamientos en el aire gris y helado. |
El mar infinito de Rick Yancey
No hay esperanza sin fe, no hay fe sin esperanza, no hay amor sin confianza, no hay confianza sin amor. Si se elimina una de esas cosas, se derrumba por completo el castillo de naipes humano.
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¿Cuántas novelas hay en la serie Harry Potter?