El último en morir de Richard Osman
Siempre hay algo que no está a nuestro alcance. El amor, el dinero. […] Todo el mundo persigue lo que no tiene. Nos volvemos locos hasta que lo conseguimos.
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El último en morir de Richard Osman
Siempre hay algo que no está a nuestro alcance. El amor, el dinero. […] Todo el mundo persigue lo que no tiene. Nos volvemos locos hasta que lo conseguimos.
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El último en morir de Richard Osman
La terapia siempre es un baile. Debemos movernos al ritmo de la música.
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El último en morir de Richard Osman
Puestos a elegir entre hombres que no prestan atención a las mujeres y hombres que les prestan demasiada atención, Donna siempre se inclinará por lo primero.
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El último en morir de Richard Osman
Voy a pedirle que corte el rollo. Mi umbral de aburrimiento es muy bajo. Es algo congénito. Los médicos no pueden ayudarme.
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El último en morir de Richard Osman
Los "días de suerte" no existen; solo tramos aislados de "suerte".
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El último en morir de Richard Osman
La primera norma del juego de las antigüedades —afirma Jonjo—: Nunca te enamores de nada. Suena a buen consejo para la vida —comenta Ibrahim.
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El último en morir de Richard Osman
Elizabeth identifica el olor que le llegó al entrar en el apartamento, hace quince minutos, hace toda una vida. Sabía que lo había reconocido. Era el miedo. Un miedo que hiela la sangre y baña el cuerpo de sudor. |
El misterio de la bala perdida de Richard Osman
Piensas que todas las personas que te rodean conocen el secreto de la vida. Y que esa lección te la perdiste en algún punto de tu camino.
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
(…) Puedes viajar por medio mundo para encontrar tu vida perfecta, mudarte a Australia si me apuras, pero al final lo que importa es la gente que conoces.
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
—Hace poco más de dos semanas que os conozco y ya he estado en una tumba con un coronel del KGB, he visto a una ancianita diminuta drogar a un vikingo y he compartido cama con el hombre más guapo de Kent. En los ochenta, les di bastante a las setas alucinógenas durante tres o cuatro años. Una vez tomé LSD en Bratislava con Iron Maiden. Pero nada, nada que haya hecho en la vida, puede compararse a un par de día en vuestra compañía. ¿Qué más estáis tramando?
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
(…) La vida sencilla está muy bien, pero, en ese instante, con un asesinato que investigar, y esos mensajes amenazantes que recibe a diario, Elizabeth se da cuenta de que ha echado de menos meterse en problemas.
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
(…) da igual lo arriba que una haya llegado en el MI5 o el MI6, da igual la de veces que te haya disparado un francotirador o te haya recibido la reina, porque nada se interpone en el camino de Joyce cuando se le mete una idea entre ceja y ceja. (…)
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
Madre mía, el bien, el mal... —comenta Elizabeth—. ¿Qué importancia tendrá eso? Somos dos ancianitas inofensivas con un par de preguntas sobre un asesinato en el que no me cabe la menor duda de que usted no estuvo implicada.
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
“—Porque nunca he matado a nadie —contesta Viktor—. Sinceramente, en cuanto empiezas, ya no hay marcha atrás; tienes que seguir matando. - Pues es como el bálsamo labial —tercia Pauline—. En cuanto empiezas a utilizarlo, se te secan los labios y tienes que ponértelo sin parar.” |
El jueves siguiente de Richard Osman
La gente que nunca se pierde no ha viajado nunca a ningún sitio.
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El jueves siguiente de Richard Osman
No te aferres al pasado. Recuérdalo simplemente como un tiempo feliz.
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El jueves siguiente de Richard Osman
Sabes que el tiempo no vuelve, ¿verdad? Los amigos, la libertad, las posibilidades…
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El jueves siguiente de Richard Osman
En la vida […] algunas personas pronostican el tiempo, mientras que otras son ellas mismas los fenómenos meteorológicos.
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