Una historia entretenida, pero sobre todo con momentos y detalles tan reales como la vida misma. Con sus cosas buenas y sus cosas malas. Es cómodo de leer, y a pesar de ello, tiene también momentos de risa. |
Una historia entretenida, pero sobre todo con momentos y detalles tan reales como la vida misma. Con sus cosas buenas y sus cosas malas. Es cómodo de leer, y a pesar de ello, tiene también momentos de risa. |
Con esta autora he empezado justo al revés, desde lo último que ha publicado hasta este primer libro que por otro lado tantas lectoras me habían recomendado. Me ha gustado mucho y estoy deseando que vuelva a publicar otra novela pronto. Después de leer los tres libros, tres historias por otro lado, diferentes, me queda claro que es una autora con la que conecto desde la primera línea. Me encanta su forma de narrar, añadiendo siempre un toque de humor por muy emotiva que pueda ser la historia que me esté contando y cuando la leo, siento que también la oigo. Sus historias son frescas, de fácil lectura, muy actuales, con personajes fácilmente reconocibles en mucha gente que nos rodea, o directamente en nosotros mismos, y esta historia en particular, me ha parecido preciosa. “Los besos no se gastan” está protagonizado por Lucía y Eva amigas desde niñas aunque al comienzo de la novela hace ya muchos años que no se ven, pero un encuentro casual vuelve a poner en marchar una íntima amistad que nunca desapareció. La autora alterna el presente de ambas desde que se vuelven a encontrar, con el pasado justo desde el momento en el que se conocen y se hacen inseparables, hasta que la historia acaba coincidiendo en el presente. La parte de su infancia es muy entrañable, vemos lo diferentes que son y sin embargo lo bien que encajan una con la otra, las conoceremos siendo niñas, adolescentes y mujeres ya maduras que deberán tomar decisiones muy importantes. Es una bonita y emotiva historia (sobre todo hacia el final) que me ha hecho disfrutar, reír y sí, también llorar y aunque al llegar al capítulo14 ya me imaginaba qué favor le iba a pedir Eva a Lucía, eso para mí no ha restado interés por la historia en ningún momento. Lo dicho he disfrutado un montón. + Leer más |
Que me ha parecido?? Precioso... Si es verdad que al principio me ha costado cogerle el hilo, los saltos en el tiempo y las dos voces... Pero después me ha parecido tierna la historia en sí, la del pasado y la del presente, esa amistad de dos niñas que llega a convertirse casi en hermanas... Segundo libro que leo de ella y los dos me han gustado, le seguiré la pista a @raquelmartos .... Felicidades una vez más he disfrutado de tu pluma... ❤
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Hoy os traigo una novela deliciosa y ya os digo que nunca ha estado mejor empleado ese adjetivo, pero voy a empezar haciendo dos confesiones: 1º) Tardé mucho en decidirme a leer este libro. Cuando conozco a un autor más por su faceta televisiva (aunque hace ya años que no veo a Raquel en televisión) o por su trabajo en la radio, me cuesta más animarme a leer lo que escriben. Reconozco que muchos televisivos se han subido al carro de la "literatura" y que medir a todos por el mismo rasero es injusto, pero a veces cuesta. Está claro que aprovechando momentos de "fama" puntual o continua se publica de todo, pero lo que también está claro es que para opinar hay que leer y es cuestión de filtrar muy bien todas las opciones a nuestro alcance. Esta no es la primera novela de Raquel, aunque sí la primera que yo leo y desde luego no será la última. 2º) Mi madre es una gran cocinera, pero yo odio cocinar. Es superior a mí. Sin embargo como no puedo alimentarme de lecturas no me queda otro remedio que hacerlo casi cada día, y las cuatro cosas que hago, lo cierto es que están bastante ricas. Pero igual que no me gusta cocinar, me encantan programas como "Masterchef" o "Top Chef" ¿alguien lo puede entender? Pues del mismo modo me atraen las novelas en las que la cocina tiene un peso importante y esta es una de esas novelas. En "Los sabores perdidos" se habla de cocina y contiene fabulosas recetas, cierto, pero también es mucho más. Os cuento... Mayte imparte clases de cocina en su casa de campo y durante un fin de semana, siete personas muy diferentes entre sí, se han apuntado a su primer curso de Cocina Emocional. El elenco de alumnos será tan variado como las recetas que cada uno de ellos lleva al curso y es que Mayte les ha pedido piensen en un plato, un sabor que sea especial para ellos. Gracias a esto nos deleitaremos con recetas muy diferentes, desde unas deliciosas croquetas, pasando por potajes, pasta, una receta vegana o una maravillosa tarta de cumpleaños. Y si diferentes son las recetas, más lo son los alumnos a los que iremos descubriendo poco a poco a medida que Mayte les va preguntando por ese plato y por la historia que lo hace tan especial. Parece una historia sencilla y en el fondo lo es, pero a veces las historias más sencillas son las que esconden más emociones, y otra cosa no, pero emocionante es un rato. Cuando leí las primeras 180 páginas, ya me había reído un montón y llorado otro tanto. Cada alumno, irá contando el por qué del plato que ha elegido, a veces serán platos que cocinaban personas que ya no están, o que sin remedio dejarán de estar pronto, platos que evocan felicidad, reuniones familiares, que desde el momento en que se probaron por primera vez se convirtieron en una parte importante de alguien, platos que desean reproducir para no olvidarse de ellos, de esos sabores que les hacen viajar y volver a conectar con sus recuerdos. A algunos les costará más abrirse que a otros. Elvira por ejemplo es muy tímida e introvertida, todo lo contrario que Mikele, extrovertido y siempre haciendo un chiste de todo, Luz, pareja de Mikele, es muy natural, es luchadora y tiene cierta tendencia a los accidentes en la cocina aunque siempre lo vuelve a intentar, Rafa, es el más "salao" del grupo, simpático, empático y dispuesto a ayudar a cualquiera, Loreto es el personaje más frío, es práctica pero distante, siempre con un ojo en su tablet y la oreja en el teléfono, Amina tiene el corazón dividido por su dos países, Marruecos y España, es muy generosa y respetuosa y Arturo es el "abuelete" del grupo, un hombre con experiencia en la vida, es encantador y sabe calmar las aguas cuando se empiezan a revolver. A medida que las historias van surgiendo también nace una intimidad entre todos que va creciendo con cada receta y que al principio no parecía posible debido a lo diferentes que son unos de otros. Igualmente al lector le costará no empatizar al menos con alguno o algunos ya que es fácil reconocerse en ellos o reconocer a alguien de tu entorno lo que hace que conectes todavía más con la lectura. Y si sus historias son muy interesantes, no lo son menos las historias de las recetas. Después de que cada alumno cuente qué lo conecta con ese sabor en concreto, Mayte elabora la receta y nos cuenta el origen de la misma, la procedencia de los ingredientes, las variantes a la hora de prepararlas... haciendo la lectura tan cautivadora que por momentos se te hace la boca agua y lo digo yo que suponía que leería las recetas en "vertical" porque cuando me enfrento a las recetas generalmente o hay ingredientes que no me suenan de nada o bien elaboraciones que me parecen imposibles y en este caso me las he leído de cabo a rabo... aunque no, NO he cocinado ninguna. "Los sabores perdidos" me ha encantado, de verdad. Me ha gustado la historia, mejor dicho las historias de todos ellos, eso incluye a Mayte, la profesora y a la propia Raquel y a Gabriela Tassile, la creadora de todas estas recetas. Me ha gustado como está escrito porque se ve que Raquel ha volcado su corazón en este libro y no hace falta llegar a la historia de su "sabor perdido" para darse cuenta. He disfrutado muchísimo de la lectura y os la recomiendo sin dudar. De nuevo este es un libro del que no he leído reseñas previas, así que he ido sin expectativas y de verdad ha sido un descubrimiento, culinario y literario. Por cierto, mientras leía, yo también pensaba en mis "sabores perdidos", más que en los perdidos en los que seguramente acabe perdiendo en algún momento, y no son pocos, así que seguiré saboreándolos mientras pueda e intentaré conseguir esas recetas que aunque no sea capaz de replicar, al menos me harán recordar a quienes las elaboraban. Enlace: https://bitacorademislectura.. + Leer más |
El libro nos cuenta la historia de Mayte, una de las protagonistas de nuestra historia (porque, en mi opinión es una novela coral). El libro comienza con Mayte preparando lo que será un curso de "Cocina Emocional", el cual juntará durante un fin de semana a siete alumnos, cada uno diferente para preparar aquellas recetas que significan algo para ellos emocionalmente. Y a través de la preparación de esas recetas, cada uno nos contará por qué significan tanto para ellos esos platos, sus motivaciones, sus anhelos y sus recuerdos. A través de las recetas que nos narra maravillosamente bien la chef argentina Gabriela Tassile, podemos oler, tocar y trasladarnos a esas historias que nos cuentan Amina, Loreto, Elvira, Luz, Mikkele, Rafa, Arturoy la propia Mayte. A esos recuerdos. Porque la cocina es algo más que alimentarse. Porque todos tenemos un recuerdo ligado a un plato especial, a una manera de cocinarlo y a la persona que lo preparaba. Porque en mi caso, nunca volveré a comer las albóndigas de boquerones que hacía mi abuela. + Leer más |
La periodista y escritora Raquel Martos presenta este miércoles su nueva novela 'Los Sabores Perdidos', de la editorial Penguin Random House, con la que busca "conectar el paladar y el corazón".
Enlace: https://www.europapress.es/e.. |
La lectura nos lleva a los sentimientos, sensaciones y recuerdos que están muy unidos a esos momentos compartidos entorno a la mesa y a los fogones de la cocina. Mayte es el hilo conductor de las historias, hay una por personaje, y cada una de ellas es un ingrediente que conforma la gran receta que resulta el libro. Ella es una psicóloga que abandona su mundo, se refugia en la casa de los pájaros y allí organiza un curso de cocina emocional. Siete alumnos con personalidades muy diferentes compartirán un fin de semana de recetas y vidas. Receta a receta, incluidas en el libro, vamos conociendo el momento vital de los miembros del grupo, mientras cocinan recuerdan y sanan los momentos del ayer. Es una lectura fácil que te lleva a fuego lento a momentos y sabores que todos tenemos guardados, los despierta, y los vivimos de nuevo. |
Es un libro cargado de mucha emoción y dónde quizás sí lo pillara ese tipo de clases de cocina me apuntaría, que plato cocinaria... El pescado encebollado de mi madre, me flipa ese plato, ese olor y ese sabor es... 😍😍😍. Seguiré leyendo más libros de ella y espero que la lectura me ayude a pasar por éstos dolorosos momentos...
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¿Cuál es el sabor de los recuerdos? Esta es la pregunta que buscan responder los siete alumnos que acuden durante un fin de semana a un Curso de Cocina Emocional en una casa en el campo. Mayte es la encargada de organizar este peculiar curso de cocina, y sus siete componentes son los encargados de poner las emociones en cada receta. Siete recetas, siete recuerdos y siete personas unidas por el sabor de la infancia, el dolor o el futuro. Lo que más me ha gustado: La historia de cada uno de ellos, un relato que en ocasiones es emotivo y en otras donde te hace pensar en que la vida es como una gran receta, llena de ingredientes listos para mezclar, donde unas veces la receta sale a la primera y en otras has de repetir una y otra vez hasta lograr el objetivo logrado. Lo que no me ha gustado: En esta ocasión debería decir que no ha habido nada que no me gustara, de hecho, toda la novela ha sido un placer en todos los sentidos. En definitiva, un libro que has de saborear ya que gracias a la chef Gabriela las recetas que aparecen en el libro están tan bien redactadas, que incitan tanto a su preparación como a su degustación. Sin duda un libro que te deja un buen sabor de boca. + Leer más |
La comida es parte fundamental de nuestra vida. Es momento de compartir con familia, pareja, amigos…Podemos asociar algunos platos con momentos buenos o malos de nuestra vida. Alguna vez te has parado a pensar, si alguien te preguntara por un plato que despertara alguna emoción en ti, que te transportara al pasado, a un momento especial, ¿cuál sería? Esta es, más o menos, la idea de la que parte Los sabores perdidos. Sacar nuestras emociones, evocar nuestros recuerdos mediante algún plato. Mayte es una mujer que ha decidido abandonar la capital para comprar una villa en las afueras y vivir tranquila. Se le ha ocurrido la idea de montar un curso de Cocina Emocional y en este primer intento cuenta con siete alumnos. Lo que pretende Mayte es que esas siete personas expongan el plato que quieren cocinar, debe ser una comida que les transmita o despierte algún sentimiento. Quiere que expliquen por qué y de esta manera se abran al grupo. En el grupo, como en casi cualquier circunstancia de la vida, hay personas que desde el primer momento no se llevan bien. Esto ocasiona algún que otro momento tenso durante la novela, así como también tenemos al típico listillo que enmascara sus inseguridades y sentimientos bajo el humor, a veces de mal gusto. No quiero desvelar las personalidades ni los motivos de cada personaje, pero si, al menos, que los conozcan brevemente. Por un lado tenemos a Loreto, es una empresaria de éxito que ve la comida como un mero trámite. No le apasiona ni despierta sentimientos en ella, durante la novela se abrirá y se entenderá un poco más el porqué de su apariencia tan fría y dura. Mikele y Luz, una pareja de enamorados. El es el típico listillo sin apenas gracia, protagonista de alguno de los momentos tensos de la historia. Pero la verdad es que cuando se abre a los demás su historia emociona. Luz por su parte intenta continuamente rebajar la exaltación de su pareja y frenar sus bromas. Tiene una historia muy dulce detrás. Amina, una mujer árabe afincada en Madrid. Lo que desea mediante la comida es rendir homenaje a su abuela. Su historia es de superación y valentía sin olvidar sus raíces. Rafa, un andaluz dulce y entrañable que lleva un gran peso sobre sus hombros. La historia de su plato y de su vida quizás es de las más emotivas. Elvira, con su historia arranca la novela. Emocionante y triste sin duda. Es la tímida y extrovertida del grupo, le cuesta muchísimo abrirse a los demás. Y por último Arturo. Un jubilado entrañable y simpático, se puede decir que es la sensatez del grupo, el que no pierde el tiempo en trifulcas absurdas y quiere aprender, aprender y sobre todo dar una lección de vida a sus compañeros. Aunque no es alumna si no profesora no puedo dejar de lado a Mayte. Un personaje que para nada es lo que parece. Lleva un gran peso sobre sus hombros, un peso que irá desvelando a medida que transcurra la novela. Arturo será su gran apoyo y al final la Cocina Emocional será más un bálsamo, una terapia para ella que pretendía ayudar a los demás. Para algunos de estos personajes evocar sus platos les recuerda a personas o momentos felices que desearían volver a vivir, para otro sin embargo les recuerda momentos tristes, malos o perdidas demasiado fuertes que han marcado su vida para siempre y no los deja avanzar. La historia va transcurriendo de manera sencilla y pausada a medida que le va tocando el turno a cada personaje y a su plato. Como curiosidad decir que se tiene la receta de cada uno de los platos cuando van a cocinarlos en el curso, así como una breve historia de su procedencia. Al final de la novela también la autora nos deja varias recetas, que como bien dice la portada son obras de la Cheff Gabriela Tassile. En general Los sabores perdidos me ha parecido una novela sencilla, entretenida y entrañable. Se lee muy rápido y creo que, en mayor o menos medida, todos podemos sentirnos identificados. La única pega que le podría poner es que es muy predecible y quizás eso le resta algunos puntos, ya que no he encontrado emoción por alguna sorpresa durante la historia. Los sabores perdidos es una excelente novela para aquellos que disfrutamos cocinando, que buscamos continuamente recetas nuevas y experimentamos en la cocina. Para aquellos que, como yo, tenemos muy claro cuáles son los platos que nos transportan a un momento feliz de la infancia, que ligamos a alguna persona de nuestra vida y que, aunque ya no estén, permanecerán en nuestro recuerdo y nuestro corazón para siempre. Enlace: http://pasajes-romanticos.bl.. + Leer más |
Me ha encantado, todo, entero, de principio a fin, las historias, las recetas, las emociones cocinadas poco a poco a la vez que se cocinaban los maravillosos platos. Esas recetas que Mayte pidió que aportara cada alumno que acudía al Curso de Cocina Emocional que ella impartía. Siete personas completamente diferentes que gracias a la cocina, recuerdan momentos y curan heridas. Una maravilla, emoción detrás de cada historia, historias que nos pueden ocurrir a cualquiera, que nos hacen recordar esos platos que nos transportan a momentos especiales. Qué pena me da no saber cocinar más que lo basico para poder hacer sentir todas esas emociones que nos transmite este libro. |
Se me ha hecho eterno. Es lentísimo, apenas pasa nada y tiene mucho relleno: las recetas detalladísimas dentro de la narración, diálogos forzados que no van a ningún sitio y otros que parecen un corta/pega de libros de autoayuda... En fin, que se salvan algunas de las historias de los alumnos (no todas, que hay algunas que también son un peñazo) y poco más, porque es predecible todo desde el momento en que se plantea la trama.
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Una vez más @raquelmartos me ha dejado cautivada con su libro, ha sido pura emoción leerlo. Se me ha encogido el ♥️ con cada una de las historias que aportan los protagonistas de este libro; Mayte monta un fin de semana un curso de Cocina Emocional en una casa en el campo y allí asisten varias personas con una receta de cocina que le recuerdan a alguien, los sabores que marcaron su vida....una delicia de libro que me hubiera gustado que continuara un poquito más. Una delicia como las recetas que tiene.
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"Los sabores perdidos" es un libro que me ha dejado más bien indiferente. Es cierto que se lee muy bien y que es entretenido, pero la trama en sí no me ha convencido: un curso de cocina en el que sus participantes sacan al exterior sus emociones y problemas personales. La mayoría de los personajes del libro me parecen totalmente estereotipados, no hay ninguno que me haya llegado del todo. Me parece un libro lleno de clichés. Quizás lo que más me ha gustado de su lectura son las recetas de cocina que hay a lo largo de la misma y la historia de cómo surgieron. |
¡Qué bien me lo he pasado leyendo esta novela de Raquel Martos! Me había gustado mucho su forma de narrar cuando leí a finales de 2019 “Los sabores perdidos”, y quería repetir con algo suyo, así que aprovechando que me apetecía leer algo ligerito y que tenía en casa esta novela me decidí a hincarle el diente. Dos tardes malamente y la había devorado. La protagonista, Carla, trabaja en la radio, pero acaba de operarse de las cuerdas vocales y durante seis semanas debe permanecer callada, así que tiene que comunicarse con su madre y amigos a través de una pizarrita, whatsapp o correos electrónicos y hay momentos en las “conversaciones” y las situaciones que se producen son muy divertidas. Acostumbrada a no callar ni debajo del agua, cree que seis semanas en silencio se le harán eternas y un poco sí que se le hacen, sí, pero también le darán la oportunidad de pensar en su vida, en lo que de momento ha conseguido, tanto a nivel personal como profesional y sobre todo a preguntarse si todo esto es lo que ella siempre había soñado. La verdad es que es una historia escrita con mucho sentido del humor y muy actual que nos habla sobre la amistad, el trabajo, la familia, los amigos… es muy dinámica y fresca, ligera, ágil de leer y sí también bastante previsible, pero no me ha importado en absoluto, es más estaba deseando que los tiros fueran exactamente por ahí y además de gustarme mucho la protagonista, también he disfrutado con los personajes que la rodean, su madre, su amigo Juan, pero sobre todo con su amiga Marián. Os la recomiendo para cuando os apetezca algo “light”, divertido y muy entretenido. + Leer más |
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