Los chicos del valle de Philip Fracassi
La culpa, el odio, la rabia y el miedo lo inundan como agua helada. Algo dentro de su pecho, en su alma misma, se desprende —una sensación casi táctil de pérdida— y luego se desliza hacia fuera y se aleja, a través de su carne, hacia el fango, hacia el abismo que hay más allá, esa oscuridad eterna que espera consumir lo que perdemos, lo que brindamos, lo que nos quitan.
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