El último hombre blanco de Mohsin Hamid
la sensación de que se ha llegado fugazmente a la cresta de la ola de los propios pensamientos, de que nos gustaría quedarnos ahí, como estamos en ese momento, y al desearlo, simplemente al desearlo, sentimos que empezamos a resbalar, a perder estabilidad, a hundirnos en el oleaje que se aproxima
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