Sigo un poco desconcertada con esta novela. Quiero decir, yo iba dispuesta a leer una comedia satírica y en un principio pensaba que el humor iba a estar justo en esa distancia entre lo que quieren ser y como son vistos por los demás, sobre todo en el caso de Dyson, pero lo cierto es que la novela no acaba siendo tanto eso. Y supongo que aquí viene mi confusión con la misma y, siendo sincera, que si bien me ha entretenido porque es una novela de muy fácil lectura no me ha gustado demasiado.
Pero cuando intento explicar por qué no me ha convencido se me hace un poco difícil así que, en fin, voy a intentarlo. Por una parte tenemos unos personajes que son desgraciados, en mayor o menor medida nadie está satisfecho con lo que tiene, no parece que el panorama sea muy alentador y en general nos encontramos con muchos personajes atrapados en una cotidianidad asfixiante de la que no saben salir y aunque algunos intenten salir más que otros parecen condenados al fracaso. Por ello en cierta manera me ha parecido que sí, que era una comedia, una sátira en parte, pero muy amarga. Y sí reconozco que el humor no ha encajado conmigo, quizás en los momentos más “locos”, por decirlo de alguna manera, donde alguien puede mantener conversaciones a base de “claro, claro” llegaban a situaciones que tenían su gracia, también esas conversaciones donde nadie escucha a nadie. De hecho quizás los diálogos sea lo que más gracia me ha podido hacer, pero hay otros momentos, por ejemplo ese largo viaje en avión, que si bien eran situaciones cómicas en sí mismas, no sé muy bien porque no ha conectado conmigo.
Y luego está el otro problema de la novela que me parece más grave y que todavía no sé muy bien si es una cuestión de que no he hecho una lectura suficientemente centrada o es culpa de la novela en sí (aunque en fin, supongo que esa idea de esencia de la novela es ridícula, pero en fin, dejadme), que es la cuestión de la estructura. El final de la obra casi parece que quisiera ser un cierre de comedia de enredos con la aparición de cierto personaje, pero hasta ese momento si bien la trama de enredos se había ido preparando para que estallara el centro de la novela estaba muy lejos de ahí y en cambio, ese final donde todos los personajes se reúnen y en cierta manera se destapa el pastel pareciera cambiar todo el centro en el que orbitaba la novela. Es por ello que al finalizar la lectura tenía la sensación que la novela le faltaba centrarse saber que quería ser, y como decía antes, quizás esto sea más problema mío que de la novela, pero es que en un principio pensé que era una sátira sobre el mundo periodístico pero si bien está de fondo no acaba de ser eso, luego pensaba que sería una novela de personajes caricaturizados y sus interacciones, y de nuevo, en parte tiene algo de eso pero tampoco lo es del todo. Y en algún momento supongo que empecé a quedarme con eso del retrato en tono humorístico de una clase media insatisfecha con su vida, pobre y algo ridícula en su intento de aparentar ser más de lo que es, y hay bastante de eso, pero el tono amargo e incluso en algunos momentos reflexivos van rompiendo con todo lo que propone. Y como decía que el final quiera hacer que todo parezca una comedia de enredo no colabora en absoluto en esa sensación de mezcla sin organizar que me ha parecido a mi la novela.
En cualquier caso, para mi la novela no acaba de funcionar por eso, por no acabar de ser nada en concreto y por como todo lo que intenta hacer no acaba de convencerme en ningún caso. Sin embargo, es una lectura ligera, presenta unos personajes variopintos y el ambiente periodístico del Londres que crean una atmósfera lo suficientemente interesante como para darle una oportunidad.
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