Imperio de Martín Caminero
Las cosas a veces no son lo que parecen y tampoco como nos gustaría, sino que simplemente son. Si solo vemos con los ojos y no lo que hay más allá, nunca entenderemos nada
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Imperio de Martín Caminero
Las cosas a veces no son lo que parecen y tampoco como nos gustaría, sino que simplemente son. Si solo vemos con los ojos y no lo que hay más allá, nunca entenderemos nada
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Odio de Martín Caminero
Entre el cielo y la tierra hay lugares que no deberían pertenecer a este mundo, por desgracia existen infiernos mucho más cerca de lo deseado, donde se aniquilan volun tades, donde el corazón no encuentra refugio ni consuelo, donde el alma muere.
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Imperio de Martín Caminero
No hagas justicia, sé un hombre justo. Si las consecuencias del problema solucionado resultan ser peores que la situación actual, busca otras maneras
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Imperio de Martín Caminero
Existen corazones que esconden recuerdos que queman el alma y encogen el cuerpo, que son vida, que son tiempo
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Odio de Martín Caminero
Estar en homicidios y que sonase el teléfono era como descolgar el corazón, tenerlo listo y desenfundado para los golpes.
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Imperio de Martín Caminero
Creer en la debilidad de la mujer por el hecho de ser mujer es saber muy poco sobre la fortaleza de las mismas
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Imperio de Martín Caminero
¿Morir por un Imperio?, ¿por las ansias de un emperador de conquistar más? Mejor vivir siendo un cobarde que ser un valiente muerto.
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Odio de Martín Caminero
Los silencios se hicieron más dolorosos que los gritos, que las voces, y las peleas. Un daño que ninguno merecía, un desgaste que la relación tan bonita del principio pagó.
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Imperio de Martín Caminero
Un león estaba devorando el brazo que otro animal había arrancado a un hombre a pocos metros. Por los barrotes se deslizaba la sangre, sangre que se secaba sin vida. Aquello era un espectáculo, una forma de adormecer y entretener al público, que ridiculizaba el poco valor que se le daba a la existencia y que convertía a los hombres y mujeres en bestias sedientas de muerte. Las auténticas fieras estaban sentadas en la grada.
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Odio de Martín Caminero
La tormenta que inundaba todo su ser no dejaba de tronar. Ahogarse era cuestión de tiempo y vivir un regalo que en aquellas circunstancias pocos desearían, aunque siempre puede llover más fuerte. |
Imperio de Martín Caminero
El fuego consumía los troncos de madera de la chimenea hasta hacerlos empequeñecer y convertirlos en ceniza. En cierta manera él era como el fuego que quemaba esa leña, un titiritero que manejaba incontables cuerdas a la vez consumiéndolas a su antojo.
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Imperio de Martín Caminero
El dolor puede anclarse en el pecho, quedarse para siempre, arañar el alma, hacerte temblar, golpearte cuerpo y mente o puede aparecer de repente y devolverte a la vida.
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Imperio de Martín Caminero
Iban a ser semanas muy duras, sobre todo para su corazón. A veces no hacía falta estar muerto para morir en una guerra.
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Imperio de Martín Caminero
No había marcha atrás, tampoco elección. Solo un camino que era el de seguir viviendo.
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Imperio de Martín Caminero
El dolor puede anclarse en el pecho, quedarse para siempre, arañar el alma, hacerte temblar, golpearte cuerpo y mente o puede aparecer de repente y devolverte la vida
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