Odio de Martín Caminero
Los silencios se hicieron más dolorosos que los gritos, que las voces, y las peleas. Un daño que ninguno merecía, un desgaste que la relación tan bonita del principio pagó.
|
Odio de Martín Caminero
Los silencios se hicieron más dolorosos que los gritos, que las voces, y las peleas. Un daño que ninguno merecía, un desgaste que la relación tan bonita del principio pagó.
|