Un libro corto, pero no por ello ligero e insustancial. Son pequeños textos y reflexiones, de unas líneas o de unos párrafos, sobre el amor, curar las heridas del corazón, vivir el momento o perseguir los sueños. Es el primer libro de prosa poética que leo y me ha gustado; a medio camino entre la poesía y una novela al uso. Frases muy líricas y poéticas, pero sin formar un verso pomposo con rima. Una de las cosas que más me ha gustado es su positividad. Sus textos rezuman alegría, positivismo y saber aprender de los errores, entender que son parte de la vida y que las heridas sanan. He agradecido mucho leerlo durante el confinamiento y la pandemia, me ha ayudado a sobrellevar todo mejor. Lo otro que disfruté en su día es una carta escrita a mano que la propia autora me envió junto con el libro. ¡Gracias! Por último, añadir que hay que leerlo despacio, para dejar reposar los textos y las sensaciones que quiere transmitir. De esos que se dejan en la mesilla de noche y que se leen cuando el cuerpo – o el alma – te lo pide. Me he sentido identificado con la mayoría de los textos y situaciones que se representan y uno de mis favoritos ha sido: Había una vez… Una niña que no creía en los cuentos. Y creció. Y conoció a un hombre, no a un príncipe. Y no la hizo feliz, la acompañó en su felicidad. La incluyo en la categoría de poeta / cuentista del #retomujeresautoras + Leer más |