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Los vagabundos de Máximo Gorki
Es necesario haber nacido en una sociedad civilizada para tener la paciencia de vivir en ella toda la vida y no sentir nunca el deseo de alejarse de esa esfera de convenciones penosas, de venenosas mentiras consagradas por el uso, de ambiciones enfermizas, de estrecho sectarismo, de diversas formas de falta de sinceridad, en una palabra, de toda la vanidad de vanidades que hiela el corazón, corrompe la inteligencia, y con tan poca razón se llama vida civilizada. He nacido y me he criado fuera de esta sociedad, y por tal motivo no puedo aceptar su cultura a fuertes dosis, sin experimentar enseguida la necesidad de salir de su cuadro y olvidar las complicaciones múltiples, los refinamientos enfermizos de tal existencia.
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Calificación promedio: /5 (sobre 28 calificaciones)
Nacionalidad: Rusia
Nacido(a) en: Nizhni Nóvgorod , el 28/03/1868
Fallecido(a) en: Moscú , el 18/06/1936
Nacido(a) en: Nizhni Nóvgorod , el 28/03/1868
Fallecido(a) en: Moscú , el 18/06/1936
Biografía: :
-Literatura rusa-
Fundador del realismo social
Escritor, dramaturgo y ensayista, es uno de los rusos más reconocidos en la literatura universal. Su seudónimo significa “amargo”, término que reduce la esencia de su obra, manteniendo una forma y estilo único, mordaz. Desempeñó distintas labores desde muy temprana edad, luego de perder a su padre, experimentar la pobreza y la vida nómada de un navegante, aspectos que reflejaría a lo largo de su carrera. De formación autodidacta e influido por las lecturas de N. Gógol, F. Dostoievski, incluso por L. Tolstói y A. Chéjov, con quienes mantuvo una amistad memorable, y su estrecha relación con V. Lenin, gozando de gran notoriedad en pleno auge del socialismo, se le calificó como el autor del proletariado. Aunque pasó varios años en el exilio, siempre mantuvo viva la imagen de su pueblo, sensibilizando a sus lectores por la dura descripción de la realidad humana, augurando un futuro inhóspito por el capitalismo bárbaro que condujo a la miseria a tantas personas, conservando el anhelo de la esperanza.
Sus libros condensan la naturaleza vil del hombre -personalidades que desentrañó en sus textos-, tras pasar por la penuria y la desgracia inevitable de un entorno que provee humillaciones, un sinnúmero de privaciones para el que pretende continuar en la inmutabilidad de su existencia. Son las voces de obreros desdichados, sujetos ebrios por el dolor, la ambición inútil, el dinero o el amor fragmentado por las falsas palabras; a su vez es el agotamiento propio de los desheredados, los que se sienten de ningún lugar y que, pese a su ardua búsqueda, deambulan sin encontrar algo que dé respuesta a su martirio, indecisión y el devenir absurdo.
Fue nominado en diversas ocasiones al Premio Nobel de Literatura
@Juliiann0
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Fundador del realismo social
Escritor, dramaturgo y ensayista, es uno de los rusos más reconocidos en la literatura universal. Su seudónimo significa “amargo”, término que reduce la esencia de su obra, manteniendo una forma y estilo único, mordaz. Desempeñó distintas labores desde muy temprana edad, luego de perder a su padre, experimentar la pobreza y la vida nómada de un navegante, aspectos que reflejaría a lo largo de su carrera. De formación autodidacta e influido por las lecturas de N. Gógol, F. Dostoievski, incluso por L. Tolstói y A. Chéjov, con quienes mantuvo una amistad memorable, y su estrecha relación con V. Lenin, gozando de gran notoriedad en pleno auge del socialismo, se le calificó como el autor del proletariado. Aunque pasó varios años en el exilio, siempre mantuvo viva la imagen de su pueblo, sensibilizando a sus lectores por la dura descripción de la realidad humana, augurando un futuro inhóspito por el capitalismo bárbaro que condujo a la miseria a tantas personas, conservando el anhelo de la esperanza.
Sus libros condensan la naturaleza vil del hombre -personalidades que desentrañó en sus textos-, tras pasar por la penuria y la desgracia inevitable de un entorno que provee humillaciones, un sinnúmero de privaciones para el que pretende continuar en la inmutabilidad de su existencia. Son las voces de obreros desdichados, sujetos ebrios por el dolor, la ambición inútil, el dinero o el amor fragmentado por las falsas palabras; a su vez es el agotamiento propio de los desheredados, los que se sienten de ningún lugar y que, pese a su ardua búsqueda, deambulan sin encontrar algo que dé respuesta a su martirio, indecisión y el devenir absurdo.
Fue nominado en diversas ocasiones al Premio Nobel de Literatura
@Juliiann0
Fuente : https://www.instagram.com/p/CTdyXChDRvB/
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Relatos de los escritores rusos: Máximo Gorki: Coloquio con la vida. León Tolstoi: La muñeca de porcelana. Vladimir Nabokov: Solo el azar logra el crimen perfecto. León Tolstoi: El poder de la infancia.
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Los vagabundos de Máximo Gorki
[…] ¿Qué soy yo, por ejemplo? Un vagabundo… un perdido… un borracho. Mi vida no tiene justificación. ¿Para qué vivo? No tengo casa, ni hogar, ni mujer, ni hijo…. Ni siquiera deseo nada de esto. Vivo y me aburro. ¿Por qué? No lo sé. ¿Cómo explicar todo eso? A mi alma le falta una chispa. Me falta algo, eso es. ¿Comprendes? Busco sin cesar y siempre acude a mí el hastío y no sé por qué.
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Los vagabundos de Máximo Gorki
-¿Por qué? A causa del desorden de mi vida; que no sé dónde estar… ni qué hacer… y esto es un desorden. Le dije que no podía reprocharse nada: era un hecho lógico, basado en un pasado lejano. Era una triste víctima de las circunstancias, un ser igual a los demás por su naturaleza, pero que, debido a una serie de injusticias históricas, se encontraba reducido socialmente a cero. |
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Los vagabundos de Máximo Gorki
-El hombre vive tanto, que poco importa que olvide dónde ha nacido. ¿No es igual acaso? Nacer es la gran desdicha. ¿Dónde? Poco importa.
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Los vagabundos de Máximo Gorki
-¡Ah! ¡Qué hermoso! En aquella exclamación había más expresión y sentimiento que en la retórica de muchos poetas. Estos se extasían para sostener su reputación de hombres que comprenden la belleza, y no porque sientan el encanto sin par de la gran madre, fuente de toda vida, manantial de fuerza. |
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Los vagabundos de Máximo Gorki
[…] Por regla general los hombres se acusan unos a otros, cuando las cosas van mal. Tú, por el contrario, acusas a la vida, a las costumbres. Tú dices que el hombre no es culpable, y que si está escrito que el hombre debe de ser un desarrapado, desarrapado queda. […]
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Los vagabundos de Máximo Gorki
[…] Y, sin embargo, el hombre vivir sin protección ninguna, y nadie se cuida de él. No debe hacerse mal a nadie, y es imposible dejar de hacerlo. Las calles de las ciudades están limpias, pero el alma de las gentes está turbia- Nadie entiende nada.
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Los vagabundos de Máximo Gorki
[…] perdíamos la noción de la existencia, nos sentíamos arrancados de la tierra, como si bogáramos por el desierto del cielo, medio soñolientos, medio extáticos, esforzándonos en no romper el encanto con una palabra o con un movimiento.
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Los vagabundos de Máximo Gorki
[…] No debería vivir. Cuando me acerco a alguien le contagio mi mal… No puedo llevar a los otros sino mi desgracia… ¿A quién he causado placer en este mundo? A nadie. Y sin embargo, he tratado a mucha gente. Soy una ruina viviente.
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La madre de Máximo Gorki
Somos socialistas. Esto significa que somos enemigos de la propiedad privada que desune a los hombres, los arma unos contra otros, crea una inconciliable rivalidad de intereses, miente pretendiendo ocultar o justificar este antagonismo y pervierte a los hombres con la mentira, la hipocresía y el odio. Nosotros decimos: una sociedad que considera al hombre como un instrumento para enriquecerse, es antihumana y nos es hostil; no podemos aceptar su moral, hipócrita y embustera. Su cinismo y su crueldad hacia la persona humana nos repugnan; queremos luchar, lucharemos contra todas las formas de servidumbre física y moral del hombre hacia semejante sociedad, contra todos los procedimientos por medio de los cuales se le aplasta en provecho de la ambición. Nosotros, obreros; nosotros, cuyo trabajo ha creado todo, desde las máquinas gigantescas hasta los juguetes de los niños; nosotros, a quienes se ha privado del derecho a luchar por nuestra dignidad humana, y cada uno se arroga el privilegio de hacer de nosotros instrumentos para alcanzar su objetivo, nosotros queremos ahora tener la libertad suficiente para que, con el tiempo, nos sea posible conquistar el poder. Nuestra consigna es sencilla: ¡abajo la propiedad privada! Todos los medios de producción para el pueblo. Todo el poder para el pueblo. Trabajo obligatorio para todos.
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