Los vagabundos de Máximo Gorki
-El hombre vive tanto, que poco importa que olvide dónde ha nacido. ¿No es igual acaso? Nacer es la gran desdicha. ¿Dónde? Poco importa.
|
Los vagabundos de Máximo Gorki
-El hombre vive tanto, que poco importa que olvide dónde ha nacido. ¿No es igual acaso? Nacer es la gran desdicha. ¿Dónde? Poco importa.
|
Los vagabundos de Máximo Gorki
Es necesario haber nacido en una sociedad civilizada para tener la paciencia de vivir en ella toda la vida y no sentir nunca el deseo de alejarse de esa esfera de convenciones penosas, de venenosas mentiras consagradas por el uso, de ambiciones enfermizas, de estrecho sectarismo, de diversas formas de falta de sinceridad, en una palabra, de toda la vanidad de vanidades que hiela el corazón, corrompe la inteligencia, y con tan poca razón se llama vida civilizada. He nacido y me he criado fuera de esta sociedad, y por tal motivo no puedo aceptar su cultura a fuertes dosis, sin experimentar enseguida la necesidad de salir de su cuadro y olvidar las complicaciones múltiples, los refinamientos enfermizos de tal existencia.
|
Los vagabundos de Máximo Gorki
Los esclavos fueron siempre idénticos, siempre han hecho lo que se les ha mandado, divinizado a veces a sus verdugos, maldiciéndolos otras, y, pocas veces, rebelándose contra ellos.
|
Los vagabundos de Máximo Gorki
La herrumbre de la duda, el veneno de los ensueños, mordían a aquel hombre poderoso, venido al mundo, para su desgracia, con un corazón palpitante. […]
|
Los vagabundos de Máximo Gorki
-Las gentes han construido ciudades, casas donde se amontonan, esquilman la tierra, se ahogan, y se estorban unos a otros… ¿Eso es vivir? No, la verdadera vida es la nuestra…
|
Los vagabundos de Máximo Gorki
Si bien se piensa, el hombre no tiene sitio en ninguna parte, ni en las ciudades ni en las estepas. Lo mejor es no pensar en estas cosas que no conducen a nada…
|
Los vagabundos de Máximo Gorki
-Créeme –dijo Konovalov-; déjate de ciudades; no contienen más que podredumbre y vicio. […]
|
Los vagabundos de Máximo Gorki
[…] perdíamos la noción de la existencia, nos sentíamos arrancados de la tierra, como si bogáramos por el desierto del cielo, medio soñolientos, medio extáticos, esforzándonos en no romper el encanto con una palabra o con un movimiento.
|
Los vagabundos de Máximo Gorki
[…] No debería vivir. Cuando me acerco a alguien le contagio mi mal… No puedo llevar a los otros sino mi desgracia… ¿A quién he causado placer en este mundo? A nadie. Y sin embargo, he tratado a mucha gente. Soy una ruina viviente.
|
Los vagabundos de Máximo Gorki
[…] Y, sin embargo, el hombre vivir sin protección ninguna, y nadie se cuida de él. No debe hacerse mal a nadie, y es imposible dejar de hacerlo. Las calles de las ciudades están limpias, pero el alma de las gentes está turbia- Nadie entiende nada.
|
Los vagabundos de Máximo Gorki
[…] Nosotros somos culpables para con la vida… Nuestras madres nos concibieron en mala hora, y eso es todo.
|
Los vagabundos de Máximo Gorki
-¡Ah! ¡Qué hermoso! En aquella exclamación había más expresión y sentimiento que en la retórica de muchos poetas. Estos se extasían para sostener su reputación de hombres que comprenden la belleza, y no porque sientan el encanto sin par de la gran madre, fuente de toda vida, manantial de fuerza. |
Los vagabundos de Máximo Gorki
[…] ¿Qué soy yo, por ejemplo? Un vagabundo… un perdido… un borracho. Mi vida no tiene justificación. ¿Para qué vivo? No tengo casa, ni hogar, ni mujer, ni hijo…. Ni siquiera deseo nada de esto. Vivo y me aburro. ¿Por qué? No lo sé. ¿Cómo explicar todo eso? A mi alma le falta una chispa. Me falta algo, eso es. ¿Comprendes? Busco sin cesar y siempre acude a mí el hastío y no sé por qué.
|
Los vagabundos de Máximo Gorki
-¿Por qué? A causa del desorden de mi vida; que no sé dónde estar… ni qué hacer… y esto es un desorden. Le dije que no podía reprocharse nada: era un hecho lógico, basado en un pasado lejano. Era una triste víctima de las circunstancias, un ser igual a los demás por su naturaleza, pero que, debido a una serie de injusticias históricas, se encontraba reducido socialmente a cero. |
Los vagabundos de Máximo Gorki
[…] Por regla general los hombres se acusan unos a otros, cuando las cosas van mal. Tú, por el contrario, acusas a la vida, a las costumbres. Tú dices que el hombre no es culpable, y que si está escrito que el hombre debe de ser un desarrapado, desarrapado queda. […]
|
La madre de Máximo Gorki
Somos socialistas. Esto significa que somos enemigos de la propiedad privada que desune a los hombres, los arma unos contra otros, crea una inconciliable rivalidad de intereses, miente pretendiendo ocultar o justificar este antagonismo y pervierte a los hombres con la mentira, la hipocresía y el odio. Nosotros decimos: una sociedad que considera al hombre como un instrumento para enriquecerse, es antihumana y nos es hostil; no podemos aceptar su moral, hipócrita y embustera. Su cinismo y su crueldad hacia la persona humana nos repugnan; queremos luchar, lucharemos contra todas las formas de servidumbre física y moral del hombre hacia semejante sociedad, contra todos los procedimientos por medio de los cuales se le aplasta en provecho de la ambición. Nosotros, obreros; nosotros, cuyo trabajo ha creado todo, desde las máquinas gigantescas hasta los juguetes de los niños; nosotros, a quienes se ha privado del derecho a luchar por nuestra dignidad humana, y cada uno se arroga el privilegio de hacer de nosotros instrumentos para alcanzar su objetivo, nosotros queremos ahora tener la libertad suficiente para que, con el tiempo, nos sea posible conquistar el poder. Nuestra consigna es sencilla: ¡abajo la propiedad privada! Todos los medios de producción para el pueblo. Todo el poder para el pueblo. Trabajo obligatorio para todos.
+ Leer más |
Los vagabundos de Máximo Gorki
-Mira, algunas veces se apodera de mí un hastío terrible, tan gran y tan profundo, que apenas me deja vivir. Es como si fuera el único ser viviente y no existiera nada más fuera de mí. Entonces todo me parece odioso. ¡Todo! Y me aborrezco a mí mismo y quisiera que muriesen todos los demás […]
|
Los vagabundos de Máximo Gorki
[…] Cuando se advierte que se miente se puede creer, es decir, escuchar y procurar adivinar por qué se ha mentido. A veces la mentira explica mejor el estado del alma que la misma verdad… ¿Y qué verdad podemos decir de nosotros? La más lastimosa, mientras podamos inventar… ¿No es así?
|
Los vagabundos de Máximo Gorki
Nos quejamos siempre de los hombres; señal de que ellos pueden quejarse de nosotros. Se nos impide vivir; señal que impedimos la vida de alguien. ¿No es eso?
|
Los vagabundos de Máximo Gorki
Tú mismo dices que todos los hombres son iguales; nacen y viven lo que han de vivir y mueren. Yo, en cambio, soy un hombre distinto… Y no soy yo solo… hay otros… pertenecemos a otra casta, sin duda. Necesitamos leyes distintas… leyes muy severas para arrancarnos de la vida. Para nada servimos y a todos estorbamos.
|
¿Cuál es el desayuno favorito de Eleven?