Tenía muchas ganas de leer este libro y por eso fue uno de mis regalos de cumpleaños. Me gusta que dentro de un mismo contexto, es decir, un grupo de amigos o personas, los capítulos vayan alternando al voz de cada uno de ellos para que las perspectivas propias y ajenas se narren desde diferentes prismas. Los personajes son variopintos y resulta intrigante ver cómo se van desenvolviendo las capas que los envuelven hasta que se rompe su paragüas, permite ir conociendo paulatinamente a los personajes hasta llegar al meollo de la cuestión. El libro aborda numerosos temas sociales cómo la influencia de los comentarios ajenas y el qué dirán, las relaciones paternofiliares, la redención, la culpa, la aceptación, la necesidad de cariño y cómo, todos, aunque lo neguemos, necesitamos una red de seguridad formada por amigos y familiares que nos quieran y nos acepten. Es un libro juvenil con bastante profundidad, lo cual me gusta, porque estoy en contra de la ola que sostiene que la literatura juvenil es terrenal, vanal y vacía. Se pueden contar historia, hasta simples, con profundidad y reflexión sin llegar a hacerse tedioso. Como crítica, resaltaría que hay puntos del libro que se me hicieron largos en relación con el meollo de las tramas que se desarrollan y que el plots twist puedes llegar a sospecharlo reduciendo el impacto cuando llegas a dicho punto de la lectura. Tampoco me ha encantado un aspecto relativo a la creación de los personajes, porque varios de ellos para ser adolescentes se expresaban como personas mucho mayores. Puedo entender que dependiendo de cómo sea o crees el personaje pueda tener un lenguaje más culto o serio pero tuve esa sensación con varios lo cual me hacía sentir que no encajaban sus realidades y personalidades con sus formas de expresarse. El libro es divertido, entretenido, ligero, dinámico, profundo, existencialista, realista y muy recomendable si buscas un libro de estas características. + Leer más |