Meretrice de Lola P. Nieva
Nunca estuve realmente solo - afirmó con voz afectada - ya te pensaba incluso antes de conocerte. Incluso antes de comprender qué significaba. Ya te soñaba entonces, ya me hacías compañía, ya te hablaba y te esperaba. Ya suspiraba por ti y ya me imaginaba entre tus brazos.
|