Patas de rama de Lara Carrión Borgoñós
Hileras infinitas de niños serios que desfilan ordenadamente hacia el abismo, sus caras desfiguradas por el exceso de futuro. Es aquí, en esta aula, donde se acaba la infancia. Es aquí donde muere la creatividad mágica y desinhibida, donde se secciona el camino que conduce al genio, esa distancia insalvable que ya no podrán recuperar. Pero ellos no lo saben y ríen, ríen, ríen como hienas, como le han enseñado a hacer, ríen por fuera sin saber que cada certeza repetida, cada carcajada, aplasta un poquito más la crisálida de esa mariposa que duerme dentro de cada uno de ellos y ya no verá la luz del Sol.
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