El oso y el ruiseñor de Katherine Arden
—Anhelas a tu pesar y odias lo que amas. —La voz suspiró—. Qué hermosura.
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El oso y el ruiseñor de Katherine Arden
—Anhelas a tu pesar y odias lo que amas. —La voz suspiró—. Qué hermosura.
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La chica en la torre de Katherine Arden
Una mujer casada. O se hizo monja. O ella murió. Eso era lo que significaba ser mujer.
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Espacios pequeños de Katherine Arden
El conductor seguía merodeando por ahí. Veía a los alumnos de sexto como si estuviera eligiendo un pollo que degollar para la cena.
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Espacios pequeños de Katherine Arden
Cuando la niebla se alza, y el hombre sonriente llega, debes evitar los lugares grandes durante la noche. Limítate a los pequeños.
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La chica en la torre de Katherine Arden
Una mujer se casaba. O se hacía monja. O moría. Ser mujer se trataba de eso. Así pues, ¿qué era ella?
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El oso y el ruiseñor de Katherine Arden
-Al fin y al cabo, nací para vivir en una jaula. ¿Qué más puedo esperar que un convento o una casa? -Eres una mujer. Con el tiempo, lo aceptarás. Serás feliz. |
EL INVIERNO DE LA BRUJA de Katherine Arden
—Eres necio, hombre de Dios —murmuró—. No lo entendías. Konstantín dijo en un susurro ensangrentado: —¿Qué no entendía? —Que tengo fe, a mi manera —respondió el Oso, y torció los labios—. Amaba tus manos. |
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EL INVIERNO DE LA BRUJA de Katherine Arden
En el mundo no hay monstruos ni santos. Solo sombras infinitas que forman parte del mismo tapiz: luz y oscuridad. Lo que para un hombre es un monstruo otro lo adora.
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EL INVIERNO DE LA BRUJA de Katherine Arden
He visto que los cherti han quedado reducidos a sombras. Los hombres ahora ordenan sus vidas en torno al sonido de esas malditas campanas. Así que voy a derribar las campanas y, de paso, a derrocar al gran príncipe. Voy a prenderle fuego a todo este pequeño mundo que es la Rus y veré qué sale de las cenizas.
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EL INVIERNO DE LA BRUJA de Katherine Arden
Los hombres le arrebatarán todo lo salvaje al mundo, hasta que no quede ni un solo lugar en el que una joven bruja pueda esconderse. te quemarán a ti y a todas las que son como tú.
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EL INVIERNO DE LA BRUJA de Katherine Arden
La magia enloquece a la gente. Olvidan qué es real y qué no porque hay demasiadas cosas que se vuelven posibles.
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La chica en la torre de Katherine Arden
Cada vez que tomas un camino, debes vivir con el recuerdo del otro: de una vida que no has elegido. Decidid lo que mejor os parezca, un camino o el otro; cada camino tendrá su amargo con su dulce.
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El oso y el ruiseñor de Katherine Arden
-Di todo por ti, Vasilisa Petrovna. -No todo. Ya que claramente tu orgullo está intacto, así como tus ilusiones. |
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El oso y el ruiseñor de Katherine Arden
Caminaría hacia las fauces del mismo infierno, si fuera un camino de mi elección.
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El oso y el ruiseñor de Katherine Arden
Nada cambia, Vasia. Las cosas son, o no son. Magia es olvidar que algo alguna vez fue distinto de lo que tú quisiste.
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El oso y el ruiseñor de Katherine Arden
“Toda mi vida”, dijo, “me han dicho 've' y 'ven'. Se me dice cómo viviré y se me dice cómo debo morir. Debo ser el sirviente de un hombre y una yegua para su placer, o debo esconderme detrás de las paredes y entregar mi carne a un dios frío y silencioso. Caminaría hacia las fauces del mismo infierno, si fuera un camino de mi elección. Preferiría morir mañana en el bosque que vivir cien años de la vida que me ha sido asignada. Por favor. Por favor déjame ayudarte.
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La chica en la torre de Katherine Arden
«Bruja» Esa palabra le pasó por la cabeza. «A las mujeres así las llamamos brujas porque no tenemos otra palabra.
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La chica en la torre de Katherine Arden
No puedes amar y ser inmortal. No permitas que llegue a eso. No eres un hombre.
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¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?