Inventario de algunas cosas perdidas de Judith Schalansky
Hay que asumir que la decadencia de todos los seres vivientes y de todas las cosas creadas es la condición de su existencia.
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Inventario de algunas cosas perdidas de Judith Schalansky
Hay que asumir que la decadencia de todos los seres vivientes y de todas las cosas creadas es la condición de su existencia.
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Inventario de algunas cosas perdidas de Judith Schalansky
Decidir quién está más cerca de la vida, aquel que contempla continuamente la muerte o aquel que logra apartar de sí su imagen, no es tarea fácil; las opiniones acerca de esta cuestión son tan contradictorias como las que se vierten cuando discutimos sobre qué resulta más espantoso: la idea de que todo tiene un final o la de que puede que no lo tenga.
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Atlas de islas remotas de Judith Schalansky
Las rebeliones estallan en los barcos, las utopías se persiguen en las islas.
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Atlas de islas remotas de Judith Schalansky
En los confines de este mundo ilimitado ya no quedan jardines del edén; por el contrario, los hombres, que cada vez se expanden más por el mundo, se han convertido en aquellos monstruos que sus antepasados, los aventureros y descubridores, trataban de eliminar de los mapas.
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Atlas de islas remotas de Judith Schalansky
El paraíso puede ser una isla, pero el infierno también lo es.
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Inventario de algunas cosas perdidas de Judith Schalansky
Yo era un ser humano como cualquier otro. La luna me recordaba la plenitud que había alcanzado y había perdido. Era como un miembro fantasma que sigue doliendo, el inmenso trauma del nacimiento, cuya brutal violencia encierra un enigma aún mayor que la certeza de la muerte. Sin embargo, como se puede aprender a recordar, pero no a olvidar, debo asumir que no hay vuelta atrás.
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Inventario de algunas cosas perdidas de Judith Schalansky
Comprender la luna significa comprenderse a sí mismo, y hoy, en el límite de mi mísera existencia, me atrevo a decir en voz alta que al principio lo conseguí, aunque tal reconocimiento no sirvió para aliviar el dolor que producen la mayoría de las verdades: al contrario, en dosis altas la medicina se convierte en veneno.
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Inventario de algunas cosas perdidas de Judith Schalansky
[...], ese había sido su error, veían en la luna un yo disminuido, un gemelo lisiado: un resto de aquella catástrofe primitiva, de aquel violento choque entre la Tierra y un planeta sin nombre, que hizo germinar la vida llevándose a cambio un trozo de su ser, que siguió su curso convirtiéndose en un satélite, una réplica fallida, un fruto tardío, un espejo empañado, una estrella congelada.
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Inventario de algunas cosas perdidas de Judith Schalansky
Como apuntaba Aristóteles, el sueño y las cloacas están inseparablemente unidos, y los cráteres de la luna, igual que el intestino en el que se forman los sueños, es la auténtica sede del alma, que se nutre de la nostalgia de nuestra comunidad, semejante a una colonia vivaz y diversa de bacterias simples pero insaciables.
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Inventario de algunas cosas perdidas de Judith Schalansky
Lo exterior remite siempre a lo interior. Mi cuarto dice mucho más de mí que mis pulmones o que mi corazón.
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Inventario de algunas cosas perdidas de Judith Schalansky
Nadie puede negar la existencia de ciclos biológicos. Ciertos sucesos marcan un punto de inflexión en la vida, propician un auge o anuncian la decadencia. La longevidad es un tema que ha preocupado a los humanos desde antiguo. Todos debemos morir: es un hecho, es un consuelo.
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Inventario de algunas cosas perdidas de Judith Schalansky
Las cosmologías son tan numerosas como contradictorias. Lo único en lo que coinciden es en la imperfección de este mundo. Es evidente que existe una brecha insalvable, un profundo abismo que introduce una dolorosa separación entre los dioses y los hombres, arrojados a este mundo, entre el alma eterna, inmaculada, y la carne mutable y, por lo tanto, corrupta. Las preguntas son antiguas, pero nunca han sido más urgentes: qué es el hombre, de dónde viene, a dónde va, cuándo y por qué llegó la culpa al mundo.
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Inventario de algunas cosas perdidas de Judith Schalansky
Sabemos que las palabras, como los signos, cambian de significado. Durante mucho tiempo, los puntos sucesivos al final de un renglón se han utilizado para señalar lo perdido y lo desconocido, lo que no se decía o lo que no se podía decir, lo que se había dejado de lado o se había omitido, incluso lo que se dejaba abierto. De este modo, estos tres puntos se han convertido en un signo que invita a deducir aquello que se sugiere, a imaginar aquello que falta, un símbolo que representa lo que no se puede decir, aquello sobre lo que callamos celosamente, lo repugnante y lo obsceno, lo reprobable, lo quimérico y, a veces, la propia realidad tal cual es, por más que queramos cerrar los ojos ante ella.
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Inventario de algunas cosas perdidas de Judith Schalansky
Quien deja de hablar, quien empieza a tartamudear, a balbucear o simplemente enmudece, es porque se deja dominar por la emoción, pues, a la vista de la grandeza absoluta, la lengua solo puede fracasar. Los puntos suspensivos tienen el poder de abrir el texto a ese reino de sensaciones, vasto e indefinido, que no pueden verbalizarse o que huyen ante las palabras de las que solemos servirnos [...].
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Inventario de algunas cosas perdidas de Judith Schalansky
Como sabemos, los románticos ven en el fragmento una promesa infinita, un ideal cuyo poder persiste, gravitando todavía sobre nosotros. En la modernidad la poesía está vinculada, más que ningún otro género literario, con un vacío elocuente, con un espacio en blanco sobre el que aún es posible proyectarse. Los puntos se identifican con las palabras, como si estas fueran miembros fantasma, una estrategia que nos permite intuir lo que hemos perdido. Si los poemas de Safo hubieran llegado hasta nosotros intactos, nos parecerían tan extraños como las esculturas clásicas pintadas en su día con colores llamativos y estridentes.
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Inventario de algunas cosas perdidas de Judith Schalansky
El presente, como los corales, se asienta sobre todo aquello que se encuentra en trance de hundirse; de igual modo, su cuerpo, si no viejo ya pesado, se siente atraído por una fuerza magnética que lo lleva a ahondar en la memoria, a penetrar en el interior de la tierra, a descender a los sótanos y catacumbas, a visitar los complejos funerarios sepultados bajo los escombros junto a las calzadas, fuera de los muros de la ciudad.
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Inventario de algunas cosas perdidas de Judith Schalansky
¿Hasta dónde podríamos remontarnos siguiendo las huellas de la memoria?
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Inventario de algunas cosas perdidas de Judith Schalansky
¿Qué son esos monstruos marinos llenos de tentáculos que pueblan las historias de marineros comparados con el calamar gigante en busca de una hembra, una tarea tan tediosa y tan complicada que, cada vez que se encuentra con algún congénere mientras patrulla las tenebrosas profundidades marinas, le inyecta su semen bajo la piel, sin comprobar antes cuál es su sexo?
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Inventario de algunas cosas perdidas de Judith Schalansky
Nuestros circos son los herederos de este circo. Pues cada idea, una vez viene al mundo, pervive en otra.
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Inventario de algunas cosas perdidas de Judith Schalansky
El mundo solo echa de menos aquello que recuerda y no se imagina lo que perdió con la desaparición de aquella diminuta isla, cuya forma esférica le habría permitido convertirse en el ombligo del mundo, aunque el vínculo que nos uniera con ella no fuera la robusta maroma del comercio y de la guerra, sino el hilo sutil y finamente trenzado de un sueño, pues el mito es la suprema realidad y una biblioteca, se me ocurrió pensar por un segundo, el verdadero teatro del acontecer mundial.
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Gregorio Samsa es un ...