Lo he intentado, pero ni hay nada que sacar de esta historia. Vacia, sin sentido, repleta de siempre lo mismo... No dejo libros a medias por norma general, pero cuando lo hago, como es el caso, es porque leer ya no es agradable. |
Lo he intentado, pero ni hay nada que sacar de esta historia. Vacia, sin sentido, repleta de siempre lo mismo... No dejo libros a medias por norma general, pero cuando lo hago, como es el caso, es porque leer ya no es agradable. |
Los peces solo flotan muertos es una novela policiaca que se desarrolla en la Barcelona de 1972 en las semanas previas a la celebración de los Juegos Olímpicos de Múnich que todos recordamos inevitablemente por los atentados que perpetró Septiembre Negro y que dejo un saldo de once atletas israelíes, un policía alemán y cinco de los ocho terroristas muertos. El autor se centra en el mundo de la vela y en la presencia de un aristócrata rubio y alto para urdir una trama compacta, solida y coherente alrededor de un presunto asesinato que se convertirá en una serie de ellos a lo largo de la novela. Hay mucho que destacar en esta historia, pero no puedo por menos que comenzar por la documentación que sin duda subyace en toda la trama y que consigue que los datos reales, los hechos históricos que se dieron se integren perfectamente en la ficción creada por la mente de José Luis Caballero. Tenemos la oportunidad de vivir la investigación desde el punto de vista de un policía casi tan extraño como nosotros mismos a esos métodos expeditivos, singulares y apartados de la transparencia de las actuaciones policiales de los años finales del régimen franquista, en los que los cuerpos de seguridad no rendían cuentas a nadie fuera de ellos mismos, endogamia pura, y desde la visión de la judicatura que comenzaba a abrirse, poco y mal, eso sí, a la presencia de mujeres en sus filas. El autor nos sumerge en el barrio chino y en los personajes que lo habitan y en esa simbiosis necesaria que se da entre la gente de la más baja estofa y los agentes de la ley. Nos pasea por los clubes exclusivos de esa “alta sociedad” Barcelonesa, de los que tienen mansiones, se mueven en yates privados y asisten a fiestas tan exclusivas como ellos en exclusivos clubes. Nos pone frente a las diferencias que se dan entre estos privilegiados y aquellos que no lo son y que los primeros consideran simples instrumentos para conseguir sus fines al precio que sea. En contraposición a esta vida regalada nos da pinceladas de la vida de los militares que destacados allí, y llevando a cabo misiones secretas y no siempre legales, vivieron los días previos a la independencia de Guinea Ecuatorial, la Guinea Española y sufrieron las consecuencias, físicas y psíquicas de aquella “aventura”. Y, sobretodo, el autor nos sumerge en la mente de personajes perfectamente construidos, en los fantasmas, en los miedos de cada uno de ellos, en como los viven y como intentan superarlos cada día. Una novela cuyas páginas se deslizan raudas ante nuestros ojos, mezclando la investigación con las relaciones personales de los personajes, con sus fortalezas y debilidades y con los hechos que las provocan. Una prosa directa, sin circunloquios en la que desde los ojos del protagonista que nos cuenta su historia en primera persona nos sumergimos en un pasado que no nos queda tan lejos por más que queramos pensar que todo lo acontecido en aquellos años convulsos está mas que superado. Una novela que os recomiendo leer si disfrutáis de buenas y cuidadas historias. + Leer más |
El cadáver de un hombre joven ha aparecido flotando en las aguas del Club Naútico de Barcelona. Pronto será identificado como Alberto García Rañé, un joven perteneciente a la alta burguesía de la ciudad que tripulaba uno de los veleros amarrados en el puerto deportivo, uno de los que van a participar en las Olimpiadas de Múnich. De la investigación se encargará Cristobal Molina, inspector de policía que acaba de tomar posesión de su cargo. Anteriormente, sirvió en la Marina, realizando actividades secretas en Guinea. Algo que vivió allí le ha dejado terribles pesadillas. De la instrucción se encarga Marta Esteller, la segunda mujer en alcanzar la judicatura en el país. También ha tomado posesión hace poco de su cargo por lo que tanto para ella como para el inspector Molina, ésta será la primera investigación criminal de importancia. Y será mucho más difícil de lo que habían pensado; no tanto por la investigación en sí –que también- sino por las presiones que ambos recibirán de todas partes. Alguien de arriba quiere cerrar rápido la investigación y hay un pobre pardillo al que fácilmente se le puede hacer cargar con el muerto. Pero ni el inspector ni la juez están dispuestos a dejarse amedrentar. La historia transcurre en Barcelona durante el año 1972. Son los últimos años de Franco; incluso tenemos ya a un heredero, el entonces príncipe Juan Carlos que aparece mencionado en la novela. Barcelona es una ciudad moderna y cosmopolita donde hay gente que maneja grandes fortunas; muchos de los miembros de la alta sociedad barcelonesa están de alguna manera vinculados al Club Naútico. Y muchos son intocables. El autor da los suficientes datos para que nos situemos en la época. Una época curiosa porque Franco aún vivía pero la dictadura ya no es lo que era y su fin se veía próximo. Por ello, aires de modernidad corrían por las principales ciudades y Barcelona era el exponente perfecto de ello. El autor dibuja un fresco muy preciso de la época, de cómo se vivía en la ciudad, de las clases sociales, del progresivo cambio de pensamiento y el movimiento hacia ideas más abiertas, más democráticas. Lo cual no quita para que las clases sociales sigan estando ahí, para que los ricos sigan siendo los que mandan y para que quieran mandar en todos lados. Incluso intentando reconducir a una juez que, supuestamente, debería ser independiente y cuya independencia no sólo debería respetarse sino también defenderse cuando es atacada. Ya os imaginaréis que no es así y que Marta Esteller y Cristobal Molina se verán solos frente al peligro, expuestos incluso a perder sus puestos de trabajo. El papel de Marta me ha gustado mucho. Ella es una rara avis, una mujer juez en un mundo en el que sólo hay hombres. De hecho, ella es la segunda mujer en haber alcanzado la judicatura. Como es obvio, los demás no sabrán ni cómo tratarla. Por ejemplo, cuando llega al levantamiento del cadáver. Ella es la que manda, ella es la que lo dirige todo y a todos; pero esos todos son hombres, acostumbrados a mandar y no a que se les mande y menos una mujer. Pero ella no se arredra ante nada y, por ello, se ha convertido en uno de mis personajes favoritos. El otro, el propio Molina. Un personaje complejo que, desde el primer momento, sabremos que está tocado por algo que ha pasado en su pasado. Un personaje con una relación curiosa con la juez pues, pese a empezar con mal pie, va a conseguir llevarse bien con ella y formar un gran equipo investigador. Sinceramente, me gustaría encontrarme a estos dos personajes en nuevas novelas. No sé si el autor tendrá pensado darles más vida; yo creo que pueden dar mucho juego aunque, por razones obvias (que sabréis si leéis la novela) en un papel un tanto diferente. Ellos dos son los protagonistas indiscutibles de la novela. Junto a ellos hay un elenco no demasiado numeroso de secundarios de lujo entre los que se encuentra, muy secundario y sólo de referencias, el propio príncipe Juan Carlos; incluso hay una referencia al conde de Barcelona. Sinceramente, me ha hecho gracia el papel que el autor da a su Alteza y la forma en la que encuadra todo lo que la estancia del príncipe en la ciudad conlleva con la historia que está narrando. La ambientación está muy lograda. Realmente llegaremos a conocer cómo era Barcelona en los años setenta. Una ciudad de contrastes, de ricos y pobres, de clase media y baja y de clase muy alta, una ciudad con una cara bonita y lujosa pero también con una cara sucia y maloliente que es la que muestran las prostitutas y las mafias que pululan por los bajos fondos. Una sociedad aún franquista, anclada en el pasado de puertas hacia afuera y en medio de todos los vicios de puertas hacia adentro. La novela se estructura en veintinueve capítulos de corta extensión. La historia la cuentan dos narradores: el propio Molina en primera persona y un narrador omnisciente para todas las escenas en las que éste no se encuentra. Así podremos enterarnos de la historia desde todos los puntos de vista. El autor utiliza un lenguaje sencillo pero cuidado, el diálogo y la narración se combinan a partes iguales y el ritmo de la novela es medio tirando a alto. Es una novela que se lee bien, con gusto e interés y que deja muy buen sabor de boca. Conclusión final “Los peces sólo flotan muertos” es una novela policíaca que nos lleva a la Barcelona del año 72 y que intenta esclarecer un crimen que a todos interesa tapar. Una novela muy entretenida que me ha gustado leer. Enlace: https://librosquehayqueleer-.. + Leer más |
La ciudad silenciosa. Algo le pasa a la Tierra, puede que llegue el fin de la humanidad. Algo nos impide salir a la calle, una fobia no nos deja abandonar nuestra casa, pero debemos hacerlo, la comida escasea. La historia empieza bien, lo que ocurre que luego todo va pasando en los espacios cerrados, en los refugios , ahí poco más que liderazgo , peleas por el control de los alimentos, así páginas y más páginas , a la espera de el final si encuentran la manera de sobrevivir o sera el final de la raza humana.
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Como decía todo se desarrolla en un contexto histórico magistral donde conoceremos al protagonista casi absoluto de la novela, un Klaus Rotter en el que el autor poco a poco irá profundizando hasta hacerlo un personaje interesante a nuestros ojos que despierta en el lector un sentimiento contradictorio hasta no saber bien que opinar de él y esto según en que ambientes es hasta una virtud. Se trata de un hombre y de unas circunstancias caminando por la delgada línea que separa el bien del mal. En un segundo plano la figura del Obergruppenführer Reinhar Heydrich, uno de los hombres más despiadados del aparato político militar nazi nos ofrece un hombre que impone al lector un respeto que roza el temor, chapó ahí también para la pluma de José Luis Caballero. De menos a más, la trama irá adquiriendo mayor ritmo a medida que van transcurriendo sus capítulos donde se desvelaran secretos que hacen que con cada uno de ellos la historia adquiera un cariz de mayor complejidad y calidad. Una buena novela donde conoceremos como se formó el aparato represor nazi, su forma de actuar y las rencillas existentes entre el ejército y la Gestapo por cuestiones de jurisdicción y las intrigas políticas dentro del partido nazi. Pequeñas pinceladas de como actuaban las redes de espionaje y contraespionaje y el comienzo de la guerra fría tras el final de la guerra con la división en sectores de la ciudad de Berlín. Reflexionando me doy cuenta que cuando estás leyendo y conoces de antemano el final de algunos personajes reales el factor sorpresa es difícil de mantener pero en esta ocasión el autor ha sabido dejarnos con la boca abierta y cerrar una historia digna de recomendar. Enlace: http://librosenelpetate.blog.. + Leer más |
¿Cuántas novelas hay en la serie Harry Potter?