Tocar los libros de Jesús Marchamalo
Visitar bibliotecas ajenas no solo explica, justifica la propia, el propio desorden, las propias manías, sino que aporta siempre alguna nueva que añadir a las habituales.
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Tocar los libros de Jesús Marchamalo
Visitar bibliotecas ajenas no solo explica, justifica la propia, el propio desorden, las propias manías, sino que aporta siempre alguna nueva que añadir a las habituales.
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Cortázar y los libros de Jesús Marchamalo
Siempre tuvo la costumbre, tal vez algo escolar, Julio Cortázar de firmar buena parte de sus libros. A veces únicamente con su nombre y otras con la ciudad donde los compró o leyó. (cap. 2 "Drácula con reloj")
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Tocar los libros de Jesús Marchamalo
Los libros conforman un territorio común, son las fronteras declaradas del país imaginario en el que nos movemos.
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Tocar los libros de Jesús Marchamalo
Otra moda consiste en colocar los libros con los lomos hacia el interior de modo que en los estantes se ven los cortes marrones de las páginas y esa uniformidad decorativa de ocres, blancos rotos y beis tan relajante.
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El rinoceronte del Rey de Jesús Marchamalo
La imagen del rinoceronte de Durero, a pesar de su formidable aspecto, presenta infinidad de imprecisiones y errores anatómicos: el gorjal en la garganta nunca existió, tampoco el segundo cuerno en lo alto del lomo, ni las escamas de las patas. Lo mismo que ocurre con las protuberancias, manchas y escarificaciones de la piel, meras invenciones artísticas, así como el dibujo de ala de murciélago que se aprecia en el lomo y que tampoco se corresponde cn la realidad. Aún así sorprende lo creíble, realista y convincente que resulta el retrato, sobre todo sabiendo que Durero nunca llegó a ver al rinoceronte. |
Tocar los libros de Jesús Marchamalo
Los libros permiten ir desenterrando los restos de todos los naufragios
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Los reinos de papel de Jesús Marchamalo
"Los libros van siendo el único lugar de la casa donde todavía se puede estar tranquilo" Julio Cortazar
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El rinoceronte del Rey de Jesús Marchamalo
Hubo una vez un rey que no había visto nunca un rinoceronte. Ya sé que puede parecer extraño porque hoy todos hemos visto alguno, pero en el siglo xvi ver un rinoceronte no era fácil, ni mucho menos.
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Cortázar de Jesús Marchamalo
¿Me firma este libro? Es para mi padre. Él lo admira tanto que dice que es Dios. Tras firmarle el ejemplar le dice: -Aquí tienes. Y dile a tu padre que Dios no existe. |
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Los nombres de personajes en un libro aparecen: