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Onyx de Jennifer L. Armentrout
No me dejaría llevar por mis hormonas... ni por el modo en que aquel chico me sacaba de mis casillas.
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Obsidian de Jennifer L. Armentrout
Pasara lo que pasara, siempre me quedaban los libros. Eran mi válvula de escape, a la que recurría sin dudarlo
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Obsidian de Jennifer L. Armentrout
–Siempre he creído que las personas que son hermosas de verdad, por dentro y por fuera, son aquellas que no son consientes del efecto que tienen en los demás.
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Shadows de Jennifer L. Armentrout
Jamás dejaré que te pase nada malo. Te lo prometo. Estás a salvo conmigo.
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Tempting the bodyguard de Jennifer L. Armentrout
—¡Por el amor de Dios, hablar contigo es imposible! ¡Al diablo! ¡Olvida incluso que vine, porque este fue el viaje más inútil que he hecho jamás! Definitivamente había algo malo con eso, pero no se sorprendió. Le gustaban las mujeres respondonas. Y ésta era un volcán. Un volcán que estaba llendose. |
tempting the best man de Jennifer L. Armentrout
—Con cuidado, niñita —dijo él, dándole paso—. No quiero atropellar a una dama de honor. ¿Niñita? —Gracias, Godzilla. |
Tempting the Player by Jennifer L. Armentrout de Jennifer L. Armentrout
—¿Estas listo? —dijo ella, su voz sorprendentemente fuerte. Maldita sea, él estaba listo, en más de una forma, pero también quería correr. Y Chad nunca había querido correr antes. |
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Origin de Jennifer L. Armentrout
Era como decirle a alguien que ha perdido a un ser querido que la persona fallecida está en un lugar mejor. Nadie quiere oír eso. No cambia nada, no hace que el dolor se vaya, ni te hace comprender porque ha sucedido.
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Daimon de Jennifer L. Armentrout
Ellas no podían ver lo que yo vi. Ningún mortal podía. Ni siquiera un pura sangre. Sólo los mestizos podían ver a través de su magia elemental y ser testigos del verdadero terror —una piel tan pálida y tan fina que todas las venas sobresalían de la carne como pequeñas serpientes negras. Sus ojos eran oscuros, agujeros negros, y su boca, sus dientes… Esa era una de las cosas para las que me habían entrenado a matar en el Covenant. |
El beso del infierno de Jennifer L. Armentrout
Me perdí por completo en el momento en que te encontré
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El beso del infierno de Jennifer L. Armentrout
Un enorme tatuaje de una serpiente se enroscaba alrededor de su antebrazo; la cola desaparecía bajo la manga y la cabeza con forma de diamante descansaba sobre su mano. Parecía tener mi edad, y habría estado muy bien liarme con él… de no ser por el hecho de que no tenía alma.
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El beso del infierno de Jennifer L. Armentrout
A diferencia de los otros Guardianes, yo no podía despojarme de mi piel humana para dar grandes palizas, pero que me tiraran del pelo hacía que mi lado zorra se activara como ninguna otra cosa
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Mestiza de Jennifer L. Armentrout
Quería no pensar, solo respirar. La parte de respirar era fácil, pero la parte de no pensar era imposible.
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Jennifer L. Armentrout
Que nadie sabía lo que le deparaba el futuro. Que el 'para siempre' podían arrebatárnoslo de las manos en cualquier momento
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Nunca digas siempre de Jennifer L. Armentrout
Mi pasado formaba parte de mí y me había moldeado, pero no era la suma de mi personalidad. No me dominaba
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Jennifer L. Armentrout
Los mestizos no podíamos ser convertidos, por eso luchábamos tan bien contra los daimons. Morir era lo peor que podía pasarnos. ¿A quién le importaba que un mestizo cayera en batalla? Para los puros no teníamos valor. |
¿Cómo se llama el presentador de Los Juegos del Hambre?