Una historia breve y emocionante. Ofrece una visión general de la vida de un buen maestro. De lo importante que es la educación y de lo gratificante que es cuando se hace con pasión y vocación. Me ha encantado.
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Una historia breve y emocionante. Ofrece una visión general de la vida de un buen maestro. De lo importante que es la educación y de lo gratificante que es cuando se hace con pasión y vocación. Me ha encantado.
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Relato muy breve. Bien narrado, bonito y que expresa el significado de la Navidad. La nota del editor le aporta valor. Además, te hace reencontrarte con el viejo señor Chips, un personaje entrañable.
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Novela corta entrañable. Evoca momentos memorables escolares y trae de recuerdo a esos profesores que siempre recordaremos. Es un libro muy correcto, escrito con tono ameno y que apela a la nostalgia.
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La ilusión es lo que nos hace seguir adelante, incluso aunque luego la vida se nos cruce. Este relato muestra esa ilusión que permite a los alumnos del señor Chips vivir sin pensar en ese mundo exterior que atemoriza.
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Este libro es de esos que cuando lo cierras sientes una especie de paz, de los que dejan el corazón "calentito". Pero también deja muchas enseñanzas sobre cómo afrontar todo aquello que va trayendo la vida y tratar de sacar de lo gris el blanco radiante.Esta edición de Trotalibros editorial es una maravilla, por la traducción, por la encuadernación y sobre todo por el cuidado y cariño que se transmite a través de las páginas.
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Entrañable y humano. Costumbrista y melancólico. El señor Chips me ha recordado a otros personajes, como Mendel de Zweig o la Emérita de Pedro Simón. Personas mayores, reales, dedicadas a su pasión y que tantas vivencias y experiencias han tenido a lo largo de su vida. Una breve oda a la enseñanza, a la pasión por la educación y el cariño a los alumnos que han pasado por tu vida. Si queréis una lectura breve, entretenida pero que os dejo con una sensación bonita por dentro, tenéis que leerlo 💛 |
Pequeña novela con un personaje lleno de grandeza. El señor Chips encarna, mientras hace un repaso a su vida y la de su país, lo mejor de los grandes profesores que nos dejaron huella en nuestra adolescencia. Novela para leer, y disfrutar, de una sentada
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Con "Adiós, Señor Chips", James Hilton creo un personaje entrañable que me encantó. Pero con "Horizontes perdidos" el autor se supera, regalándonos Shagri-La, un lugar mágico que no consigo quitarme de la cabeza... Nuevamente el autor demuestra lo bien que se le da construir y desarrollar sus personajes
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Una lectura perfecta para desconectar una tarde. Es un relato que se bebe solo, no necesitas incentivos para seguir leyendo porque el Sr. Chips ya da pie para que le acompañes otra tarde en su casa tomando té y pastas. Me crucé con este libro hace dos años y escuché verdaderas maravillas de él. Aun que le haya puesto tres estrellas, creo que es un libro que se quedará conmigo durante mucho tiempo, navegando en mi mente. Para ser tan breve es muy conciso a la hora de posicionar a un profesor británico en el contexto histórico. Él empieza en la docencia siendo muy joven y pasa el resto de su vida enamorado del colegio en el que enseña lenguas muertas. Ante sus ojos pasan muchos niños y aún que pueda parecer una locura, se acuerda de ellos como si su rostro se hubiese quedado congelado cuando le daba clases. Es algo admirable el que un profesor se acuerde de ti y que también haya aportado algo valioso a tu educación. Por eso este relato es tan entrañable y cálido. "Chips dijo que, en realidad, no lo veía de esa forma....,o al menos no a menudo. Hacía cuanto estaba en su mano; era lo único que se podía hacer en cualquier trabajo." Retomando el anterior punto, el Sr. Chips vive diferentes enfrentamientos bélicos mientras que enseña y se esconde con sus alumnos. Desde el 1848 que nació hasta el 1933, se enfrenta, a su manera, con alumnos que le preguntan por la guerra, con rostros que no volverá a ver, con la imposibilidad de no servir a su país...y sus propias pérdidas, a veces más dolorosas. " Y continuó con la clase de Latín, hablando un poco más alto para que se le oyera por encima del fragor de los impactos, de los disparos y del silbido agudo de la munición antiaérea." Lo he leído en un día, y tras haber pasado una semana, sigo pensando en este personaje tan entrañable que una vez fue fiel a sus ideales, pero que cambió con la llegada de la persona adecuada. A la que le gustaba tomar té con sus exalumnos y recordarles como eran cuando estaban en su clase. La persona que una vez tuvo un sueño poderoso, pero que encontró la felicidad en el camino y que cuando llegó al podium, no sentía lo mismo. Una persona que se preocupaba a su manera de los demás, y este detalle es el que me ha arrancado unas cuantas lágrimas al final. + Leer más |
El viejo señor Chipping ha sido el profesor de griego y latín en la escuela de secundaria Brookfield desde tiempos inmemoriales. Nadie recuerda cuándo llegó, ni cómo era de joven, ni si alguna vez se casó, pero su sentido del humor, su talante convencional, su característica forma de hablar y las anécdotas que ha protagonizado lo han convertido en un emblema de la institución y en una figura muy querida por alumnos, exalumnos y profesores. Esta es la historia de su vida. Empezar el año con un libro así es un subidón, porque si, el personaje del Sr. Chips es la clara representación no del profesor, sino de ese maestro que todos hemos conocido en algún momento y nos ha dado alas para aprender y convertirnos no en mejores estudiantes, sino en mejores personas. Yo tengo dos claros maestros en mi vida que siempre me acompañan. Por un lado D. Fernando, profesor de historia en mi colegio. Ese hombre me enseñó la importancia de la limpieza, el orden y la pulcritud, el amor que ponía en cada clase a sus lecciones te dejaba absorto, amaba realmente lo que hacía. Soy una negada en la historia y todo lo que signifique hincar los codos, pero nunca olvidaré sus clases y que, más allá de la historia, moldeó una parte ahora imprescindible en mi vida: la búsqueda de la organización y la belleza en cada cosa que hagas. Por otro lado mi padre, indiscutible, mi maestro de violín, de orquesta, de música. Él fue quien me transmitió en sus clases el amor por la música, por la interpretación, por transmitir más allá de una partitura. Entender el mundo a través de la armonía y la historia de un compositor, aprender a interpretar cada giro, y sobre todo, aprender a disfrutar con lo que haces. Mi padre, maestro de violín por más de 50 años, me hizo uno de los mejores regalos que me han hecho nunca: el amor a la enseñanza. Y si, el Señor Chips es ese hombre, que ama la docencia, ama a sus alumnos y por encima de todo es una persona intachable, amable y buena que encuentra la felicidad en los conocimientos y anécdotas que regala. En un mundo en que generación tras generación la figura del "Profesor" parece cada vez menos importante, esta breve novela nos muestra la importancia de un mentor como el Señor Chips en la educación de los jóvenes. + Leer más |
#HorizontesPerdidos de #JamesHilton (1933) | @trotalibros 📚 Aquí nos acercamos a la experiencia de cuatro personajes: tres británicos (Hugh Conway, Charles Mallison y Roberta Brinklow) y un estadounidense, Henry D. Barnard, que tras una revuelta en Baskul fueron evacuados en un avión con rumbo a Peshawar (así como tantos otros residentes blancos). Sin embargo, el avión que llevaba a estos pasajeros no llegó nunca a su destino; el gobierno británico no dio demasiados detalles de este acontecimiento inusual, solo señaló que una de sus aeronaves había desaparecido indicando los nombres de los que viajaban en ella, a los que desde entonces se daban por muertos. Pero nosotros conoceremos lo que ocurrió, sabremos lo que les sucedió a estos cuatro pasajeros —y especialmente se nos acerca a Conway— que fueron conducidos a un lugar desconocido y muy especial situado en el Tibet, el monasterio de Shangri-La. Durante la estancia en este monasterio tibetano le surgirán multitud de interrogantes, sintiéndose invitados a la par que presos, siendo conscientes de los muchos misterios que esconde este sitio. En Shangri-La topan con una forma de vida distinta, con prácticas especiales y con personajes que no les dejarán indiferentes; un lugar atrapante y hechizante donde el tiempo parece ir a otro ritmo, una experiencia que causará una fuerte impresión en nuestros protagonistas sin acoger para todos el mismo significado. He disfrutado mucho de esta lectura. Una novela de aventuras, sí; pero, ¡ojo!, que también hay cabida para cuestiones filosóficas y de peso, reflexiones sobre la pertinencia de llevar una vida pacifista, equilibrada y tranquila, de ser una sociedad deseable rodeada de paz. Se expone la moderación como forma de vida, una especie de búsqueda del equilibrio donde ni los excesos ni los déficits tienen cabida; también en la actividad (¡tener y darse tiempo!), la inteligencia asociada asimismo con la «tibieza» de carácter, opiniones comedidas y equilibradas... La moderación baña todo. Novela llena de aventura y con contenido interesante, así como un escenario y ambientación muy disfrutables que se quedan en la cabeza del lector. ✍🏼🏔️ Reseña completa en el blog Enlace: https://lectoraempedernida88.. + Leer más |
Bonita y agradable lectura. Un recuerdo a mi infancia y a la escuela en la que crecí. Esta historia me hace revivir el recuerdo de mis maestros y maestras, en mi caso de EGB y en la actualidad, como docente que soy, reaviva mi labor diaria. De manera sencilla, Hilton nos adentra en la figura entrañable del Señor, Chips, amado y querido por sus alumnos y compañeros y entregado a su labor docente en unos tiempos difíciles, pero que con valentía, el vivía con su alumnado en las aulas de la manera más bonita, enseñando. Lectura recomendada, se lee rápido y te deja buen sabor de boca.
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Adiós, señor Chips de James Hilton, publicado por Trotalibros.¿Quieres un libro corto, entrañable, feelgood, que te deje el corazón calentito? Adiós, señor Chips es lo que buscas. Os voy a contar un secreto: mi profesión frustrada, mi verdadera vocación es la enseñanza, ser maestra, recuerdo estudiarla con muchas ganas, empaparme de tropecientas pedagogías distintas y querer usarlas todas…y cuando me topo con un libro sobre un profesor yo ya estoy con un pie dentro. Pero es que además, el señor Chips es un profesor con el que empatizo, porque su forma de tratar y ver a sus alumnos es, para mi, la única posible: recuerda a todos y cada uno de sus alumnos, sus nombres, sus jugarretas, sus contestaciones…es bonito ver cómo da clase a hijos de antiguos alumnos, y os digo que son muchos pasados. Es precioso ver cómo pasa el tiempo y cómo los grandes acontecimientos del siglo XX pasan a través de él como si nada, porque para él nada cambia, su máxima es dar clase a sus alumnos, año tras año, pase lo que pase. Precioso.
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Adiós, señor Chips, de James Hilton, fue una revolución cuando salió hace un par de años. Se leyó y se vio por aquí muchísimo. Al principio llamó bastante mi atención pero el verlo tanto digamos que me cansó y lo dejé en pausa. También es verdad que todas las primeras reseñas que iba viendo eran maravillosas y luego todo se fue desinflando un poco. Pero bueno, esto último me ha venido bien para no ir con tantas expectativas ante esta lectura. En esta breve novela, se nos relata la vida de este entrañable profesor: el señor Chipping. Con capítulos también cortos y con saltos en el tiempo conoceremos una vida sobre todo centrada en su profesión, pero también nos acercaremos su vida privada y la situación política y social en la que vivió (libro publicado en 1934). Una notable novela con la que me he sentido muy bien leyéndola (o escuchándola más bien en mi caso), una historia de esas que ahora se llaman feelgood, pero que a ratos también tiene su parte dramática. Con un personaje protagonista muy carismático que se quedará contigo. Ahora bien, tampoco me ha parecido la grandísima novela que le pareció a la mayoría de gente, en muchos aspectos se me ha quedado "a medias". Me hubiera gustado más desarrollo de personajes y en varias situaciones también. Pero, como digo, es una lectura que he disfrutado y con eso me quedo. Me alegro de haberle dado la oportunidad que se merecía. En este caso y, sin ser yo asiduo a los audiolibros, me gustaría destacar al locutor (Carlos A. Acevedo), que me ha encantado. + Leer más |
En el lugar donde crecí de pequeño, cerca de mi casa había una casa abandonada. Es la típica casa donde nacen y crecen leyendas de todo tipo acerca de misteriosos habitantes, ruidos extraños procedentes de su interior las noches de luna llena, cortinas que se mueven (esto sí que era desconcertante, porque la casa no tenía cortinas) luces que parpadean… Era la típica casa a la que los valientes se retaban a acercarse al caer la tarde. ¿Os cuento un secreto? Era una casa abandonada en medio del campo. Ni más ni menos. Puedo asegurarlo porque hice una inspección exhaustiva después de saltarme el muro…pero ese ya es otro tema. El caso es que un día, paseando con mi abuelo, pasamos por delante. Yo le pregunté que quien era el dueño, y mi abuelo me respondió que era un señor que se había al río a bañarse una tarde de agosto, se había perdido y no había sabido volver. No sé si fueron mis ganas de aventuras o que conocía el río como la palma de mi mano, pero al día siguiente cogí merienda (podría decir que fue una cesta con un sándwich y un batido de chocolate, que quedaría mucho más bonito en la historia, pero realmente fue un salchichón, media barra de pan y cartón de un litro de zumo… sí, a esa edad de 7 años ya le había cogido el gusto a eso de comer) y me encaminé hacia el río en busca de aquel pobre hombre al que yo me imaginaba como un neandertal peludo que había sobrevivido alimentándose a base de almendras amargas y moras silvestres. Tengo que decirte que después de un par de horas de caminata río abajo (bueno, vale, paré para aligerar peso. Llevaba ya un rato cargando con la merienda y las tripas me recordaban a base de rugido que no tenía porque cargar con cosas que podía llevar cómodamente dentro de mí) el señor seguía sin aparecer. Me dije que avanzaría solo hasta el siguiente recodo del río, porque si no me batía en retirada no me daría tiempo a volver a casa con luz del sol. No le tenía miedo a la oscuridad, pero le tenía mucho al cinturón de mi padre. Y así fue como al atravesar el último zarzal del recodo encontré un lugar mítico conocido como “El Molinillo”. Un lugar que solo existía en las leyendas que se contaban por la zona y donde solo los más mayores juraban haber estado, aunque por supuesto nadie se lo creía. Allí estaban los restos del majestuoso molino hidráulico que daban nombre al lugar. Bueno, eran un montón de pedruscos caídos y maderas podridas, pero a mí me pareció una visión celestial. Me hubiera encantado ver las estrellas desde aquel lugar… pero por supuesto las únicas estrellas que vi fueron las que el cinturón de mi padre tan clarividentemente me invitaron a observar. Y nunca más volví a llegar de noche de una excursión (que él supiera) Pero de esta forma fue como aprendí que las leyendas pueden tener bases muy reales, que no siempre es cierto lo que cuentan y que en el siguiente recodo puedes descubrir algo que te deje con la boca abierta. Supongo que algo así pudo experimentar Conway y sus acompañantes en este libro, cuando un avión los dejó muy cerquita de Shangri-La. Tuvo que pensar: “Madre mía, esto es una leyenda hecha realidad”. Supongo que ese valle también tiene muchas similitudes con el lugar donde crecí, ya que son lugares que solo puedes encontrar si ya has ido con anterioridad (Y hasta así es difícil). La cuestión es que a ellos alguien los estaba esperando y no sabemos si para darle la bienvenida o por motivos más truculentos. Bueno, nosotros sí lo sabemos. Eres tú quien tendrás que embarcarte en esta aventura llena de misterios, secretos y conflictos que harán que este viaje sea extraordinario). Esperamos que disfrutes de esta historia y no te asustes si tus páginas no te permiten marcharte, escapar o alejarte demasiado del libro. Es algo totalmente normal. Pide ayuda a Conway si estás en apuros, si es que aun existe o está por allí y no lo olvides, los Horizontes Perdidos existen solamente para ser encontrados. PD + Spoiler: El dueño de la casa abandonada apareció al poco tiempo en un restaurante de Málaga. No me podía imaginar que el río pudiera llegar tan lejos. Fin del misterio. Os preparamos un vuelo privado a Shangri-La aquí: https://www.lalibreriaambulante.es/es/libro/horizontes-perdidos_BKU0010021 Enlace: https://www.lalibreriaambula.. + Leer más |
La novela comienza con un prólogo extenso, donde se nos presenta la historia y algunos de los personajes principales. A esto debo decir que el prólogo y el epílogo me han parecido básicos para introducirte en la historia y cerrarla, en cierta forma. El primer capítulo ya nos presenta a los personajes principales y nos sitúa en la trama. A partir de ahí, ya no hay salida: la historia te atrapa hasta el final. Una novela ágil y entretenida, que está a caballo entre la novela de aventuras y las reflexiones filosóficas que el autor pretende hacer llegar al lector. Había escuchado en alguna ocasión ese nombre de Shangri-La, pero no sabía exactamente de donde provenía. Con esta lectura, y alguna información que he leído a raíz de la misma, me ha quedado claro. Ahora, solo me falta ver la adaptación cinematogràfica que hizo Frank Capra. “Shangri-La, la idea de una utopía de felicidad alejada del mundanal ruido”. Es el primer libro que leo de la editorial Trotalibros y me ha parecido una edición muy bonita y con detalles bien cuidados. Y bellísimas ilustraciones 💜 Os lo recomiendo!!!! + Leer más |
Una historia amable y bonita que te deja un buen sabor de boca. A ratos puede parecer un tanto ñoño pero nada más lejos. Trata temas muy duros entre sus líneas y a veces te encuentras con unas frases que son para subrayar. Chips es el profesor que todos hemos querido tener alguna vez...no por ser brillante, si no por ser humano. En esa humanidad es donde radica la grandeza de Chips, en su imperfección y en su gran empatía... empatía que creo que fue más desarrollada gracias a ese amor que tuvo. |
🔸️ Este librito es el complemento perfecto para la lectura del libro 'Adiós, Señor Chips' del mismo autor. En este relato conocemos las navidades de nuestro querido Señor Chips y nos transmite un bonito mensaje que permite ver el punto de vista del entrañable profesor en contrapunto al de sus alumnos. Aunque la guinda del pastel la aporta Jan Arimany, su traductor y editor de Trotalibros Editorial , con una hermosa nota final que nos hace viajar a nuestras navidades y fechas más destacadas, a recordar y tener presentes “la magia real”. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
🔸️ Novela corta, dulce y tierna, pero a la vez realista, que en pocas páginas recoge el paso del tiempo a través de una vida, la del profesor Chipping. No una vida idílica, sino una vida real, auténtica con sus más y sus menos, dedicada a la educación y con un trasfondo histórico que enriquece todavía más la lectura. Al inicio parece una historia muy sencilla, pero conforme se avanza va cogiendo sustancia y va gustando más y más, resultando una historia muy bonita con momentos muy emotivos que ablandan el corazón. Además, se le coge mucho cariño al Sr. Chips; un personaje inolvidable, aficionado a las novelas detectivescas y profesor de clásicas que se gana el afecto y respeto de todos (o casi todos). Una historia que nos invita a recordar nuestros años de colegio y a la figura de aquél profesor/a que de una forma u otra nos marcó para bien. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
Este libro si que es cozy. Además de lo bien escrito que está, es sencillo y rápido de leer. Entrañable. Si no sabes que leer, en una tarde te lo acabas. No cuenta nada en particular pero narra la historia de un hombre sencillo, de a pie, que podría ser cualquier persona que hayas conocido en tu vida. Y es que todos tenemos una historia por insignificante que parezca que completa la vida de los demás. Muy bonito |
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