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La maldición de Kylemore de Jacinta Cremades
No hay viento favorable para aquel que no sabe adónde va, dijo Séneca. Y se juró dominar los vientos para que soplaran a su favor.
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La maldición de Kylemore de Jacinta Cremades
No hay viento favorable para aquel que no sabe adónde va, dijo Séneca. Y se juró dominar los vientos para que soplaran a su favor.
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La maldición de Kylemore de Jacinta Cremades
Ella había vivido allí de otra manera a como lo mostraban ahora las páginas web [...] Todo eran postales de un castillo blanco en un campo verde bajo un cielo azul celeste. En cambio, su Kylemore era gris, inquietante y detenido en el tiempo.
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Regreso a París de Jacinta Cremades
Solo ahora puedo darme cuenta de que lo que no se transmite se pudre en cajas hasta que alguien los destapa y le vuelve a dar vida... Entonces, como mariposas, las historias vuelan, se comunican con otras personas y germinan a su manera. |
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Regreso a París de Jacinta Cremades
El tiempo es un concepto que hemos inventado los humanos. Lo que existe es el infinito.
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Regreso a París de Jacinta Cremades
Einstein explicaba que, si uno pudiera alejarse lo suficiente de la tierra, sería capaz de ver toda su vida en un instante.
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Regreso a París de Jacinta Cremades
Cuando uno pregunta, el destino siempre te contesta, aunque lo haga a destiempo o no lo entiendas hasta mucho más tarde
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La maldición de Kylemore de Jacinta Cremades
El castillo de Kylemore se construyó en base a un gran amor, el de Mitchell y Margaret. Al morir su mujer en extrañas circunstancias, el amor no pudo realizarse completamente y su desgracia pasó y pasará a los demás habitantes de esta tierra.
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La maldición de Kylemore de Jacinta Cremades
Es la diferencia entre vida y existencia. O realidad y literatura. La vida está dentro de uno mismo, es inherente al ser humano. La existencia es lo que uno hace con la vida. El escritor llena de vida esas existencias.
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La maldición de Kylemore de Jacinta Cremades
La escritura no es una profesión —le había dicho una vez—. Es una necesidad. Y eso lo descubrí allí, en Irlanda. Solo es literatura el texto, la frase o la línea que salga de tu existencia. El resto es mero lenguaje.
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