Guillaume Apollinaire (Roma, 1880 - París, 1918) pasó su infancia entre Roma, Mónaco (donde estudió) y París. Desde 1902 trabajó como crítico y defendió las nuevas tendencias, como el cubismo de sus amigos Picasso y Braque y el fauvismo de Henri Matisse. En 1909 publicó El encantador en putrefacción, basado en la leyenda de Merlín. Sus poemarios Bestiario o el cortejo de Orfeo (1911) y Alcoholes (1913) reflejan la influencia del simbolismo. Ese mismo año apareció el ensayo crítico Los pintores cubistas. Al estallar la guerra de 1914, se alistó y fue herido de gravedad en la cabeza en 1916.