Más liviano que el aire: 815 de Federico Jeanmaire
Una casi no alcanza a darse cuenta de que está viva y ya tiene que morirse
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Más liviano que el aire: 815 de Federico Jeanmaire
Una casi no alcanza a darse cuenta de que está viva y ya tiene que morirse
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Más liviano que el aire: 815 de Federico Jeanmaire
Si la mujer era apenas algo más que un animal doméstico. Un animal antipático pero necesario. Necesario para la reproducción de la especie o el mantenimiento de las fortunas familiares o la satisfacción de los deseos masculinos más bajos
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Más liviano que el aire: 815 de Federico Jeanmaire
Al menos ya está aprendiendo la paciencia y, si aprende a ser paciente, todos los demás aprendizajes de la vida le van a resultar más fáciles. Uno se pone más receptivo, más humano. Menos egoísta.
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Wërra de Federico Jeanmaire
La Primera Guerra Mundial fue la guerra de la cocaina y la Segunda, de las anfetaminas. Siempre hubo drogas. Siempre hubo miedo entre los hombres que van a la guerra. Un miedo que paraliza. Un miedo que bloquea. Hay que matar a otro. Alguien a quién no conocemos. Alguien que tiene el mismo miedo de morir (página 123)
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Wërra de Federico Jeanmaire
No existen inocentes en las guerras. No existen, básicamente, porque la inocencia queda fuera de su condición de posibilidad. Fuera de su esencia. No existen los inocentes de un lado porque no existen del otro. Todo es engaño o posible engaño en las guerras. Y nunca hay demasiado tiempo como para tomarse el trabajo de averiguarlo. (página 114)
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Wërra de Federico Jeanmaire
Participar a una guerra es estar habilitado para matar. Matar con entera libertad. Matar, aquella prohibición fundamental que ha permitido la vida en comunidad, la civilización (página 86)
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Wërra de Federico Jeanmaire
Hay muchas definiciones para la guerra... Un desorden colectivo colosal que intenta volver al saludable orden previo, o a un orden mejor al previo, a fuerza de engaños y de matar enemigos (página 84)
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¿Qué objetousaron como traslador en el Mundial de Quidditch?