Aquitania de
Eva García Sáenz de Urturi
—Deberías casarte con un barón aquitano: lo que es de Aquitania, que permanezca en Aquitania —le dije—. Y atiéndeme. A partir de ahora has de vestir siempre como una reina. Usa chapines que eleven tu estatura, encarga vestidos de cola larga. La envergadura también es importante, exagera los hombros, cuellos siempre elevados, tienes que imponer autoridad. Haz que tu presencia sea siempre soberbia, usa la riqueza de
nuestra familia a tu favor. Viste como no puede vestir ninguna otra mujer. No te quites nunca la corona ducal, ni frente a tus damas, ni cuando duermas o te bañen. Todos, siempre, cercanos y lejanos, han de recordar
que tú gobiernas Aquitania. Exagera todas tus apariciones, que sea unespectáculo verte. Que tu séquito supere siempre en número a los de tus rivales, rodéate siempre de ruido y música, que los trovadores te precedan y que cierren tus apariciones. Atúrdelos con los cinco sentidos. Los colores de los vestidos de tus damas han de ser los más vistosos. Y que lancen flores a
tus pies, deja una estela a tu paso cuyo perfume perdure. Usa la exuberancia de nuestra tierra para alzarte sobre los demás. No pueden percibirte débil, no van a tener ninguna piedad contigo. Proyecta fortaleza, luz y brillo, que no vean nunca más a la niña muda. No permitas que escriban en las crónicas que un día te negaste a hablar. No pueden atribuirte ni un solo rasgo de debilidad. Si quieres ganarte a los aquitanos, tienes que ser digna
sucesora de tu padre y de tu abuelo, aquí estamos acostumbrados a que hombres fieros nos gobiernen. Sé tú más fiera que ellos.
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