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Blanca huye a un pequeño pueblo de montaña con la intención de dejar atrás un terrible desengaño. Pretende pasar unos cuantos días de desconexión y tranquilidad en la naturaleza pero todo se le "complica" y sus vacaciones se convierten en algo que no esperaba. Un libro entretenido y divertido que se lee en un par de ratos debido a la narración ágil de la escritora. Blanca es mujer de ciudad y se le nota, dejándonos algunos momentos divertidos tras su paso por el campo. También serán importantes sus amigas tanto en sus locuras como en su dolor porque Blanca tendrá ratos en los que lo pasará mal. Una historia romántica, llena de amor y amistad en medio de un bucólico paisaje que te hará pasar un buen rato de lectura. Sin duda, la recomiendo. |
La premisa inicial del subgénero romántico landescape es "en el peor momento, en el mejor sitio". Esther Mor, dadas sus particularidades, escribe, más bien un paisatge: Blanca, atropellada por el Destino e influida por un consumo irresponsable de comedias románticas, decide tomar (moderada) distancia. Ocurre que alejarse del infortunio resulta calamitoso porque el estado de desgracia va a peor, aunque está dotada del desparpajo de los resilientes cachondos y un equipo de apoyo que da miedito. Tiene puntos flojos destacables: 1. Profusión de adjetivos duplicados. No llegan a frenar el discurrir narrativo, pero lo afean. 2. Una única trama que desperdicia unos secundarios magníficos. 3. Erratas de tiempos verbales. Esther Mor exagera hasta el paroxismo (que no la parodia) un género muy anglosajón y, con aparente sencillez, lo dota de particulares ibéricas obteniendo una novela efectivísima, con una fuerza evocadora de primer orden quizá por el poder de las experiencias compartidas… ¿Quién no se ha quedado frita en una tumbona? ¿Quién no ha descubierto con alegría que el bufet de desayuno está incluido? ¿Quién acierta cuando quiere descalabrar al target de tu ataque de cuernos? Imposible no empatizar, más aún cuando la protagonista es la narradora y tienes acceso a sus pensamientos más reveladores. A destacar que los pasajes más brillantes son los que narran los peores momentos de las desventuras de la protagonista: refleja la percepción del instante trauma con realismo tan caustico que detiene el tiempo. Pero no hay que desesperar, la última premisa de la novela romántica es que la solución trae felicidad. Hay novelas que te dejan gusto a palomitas, otras son como un caldo de puchero, Seamos tú y yo es un sorbete de lima limón en pleno verano. + Leer más |
Una historia tranquila y llena de sensibilidad sobre segundas oportunidades, el pánico a volver a sufrir, la resistencia a rendirse y el descubrimiento de un nuevo amor. Es sencilla, sin artificios, pero llena de sentimientos en la que conoceremos muy bien a los dos protagonistas, todo por lo que están pasando y qué los lleva a comportarse de esa manera, todo contado desde los puntos de vista de los dos. En ocasiones Lidia me ha puesto de los nervios, pero también es cierto que no puedo juzgarla porque no he pasado por nada parecido a lo que le ha ocurrido a ella. La que si me ha gustado ha sido su hija Alicia, en ocasiones bastante metiche, pero velando siempre por la felicidad de su madre aunque le cueste decirle cuatro cosas dolorosas. ¿Recomendado? Si :)
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Me a gustado mucho este libro, porque es muy diferente a todo lo que e leído, me e reído en algunas partes con todo lo que le pasa a la pobre Maribel y la tecnología, ya que no la puede controlar, en este libro también hay un mensaje del uso que le damos a todo lo relacionado con tecnología que hay que saberlo utilizar. Brújula Literaria. |
¿En qué país se desarrolla la obra?