Una historia tranquila y llena de sensibilidad sobre segundas oportunidades, el pánico a volver a sufrir, la resistencia a rendirse y el descubrimiento de un nuevo amor. Es sencilla, sin artificios, pero llena de sentimientos en la que conoceremos muy bien a los dos protagonistas, todo por lo que están pasando y qué los lleva a comportarse de esa manera, todo contado desde los puntos de vista de los dos. En ocasiones Lidia me ha puesto de los nervios, pero también es cierto que no puedo juzgarla porque no he pasado por nada parecido a lo que le ha ocurrido a ella. La que si me ha gustado ha sido su hija Alicia, en ocasiones bastante metiche, pero velando siempre por la felicidad de su madre aunque le cueste decirle cuatro cosas dolorosas. ¿Recomendado? Si :)
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