El mundo de Yarek de Elia Barceló
La abundancia había vuelto caprichosos a los seres civilizados que ya solo se planteaban la colonización de mundos paradisíacos.
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El mundo de Yarek de Elia Barceló
La abundancia había vuelto caprichosos a los seres civilizados que ya solo se planteaban la colonización de mundos paradisíacos.
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El eco de la piel de Elia Barceló
Nuestros políticos son, por lo general, unos ignorantes ávidos de poder y privilegios, que no están dispuestos a dejarse aconsejar ni a aprender de lo que ya pasó. A veces pienso que son como los adolescentes: convencidos de que no necesitan consejos ni experiencia de nadie, y mucho menos de las generaciones anteriores, seguros de que son más listos y más hábiles que sus antepasados y que ellos no caerán en los mismos errores, que ellos están en la cresta de la ola y seguirán allí por siempre, inmóviles, triunfantes, sin ver que las olas, por su misma naturaleza, están destinadas a romperse más pronto que tarde, arrastrando en su caída al pobre tonto que pensaba que aquella columna de agua era un pedestal de piedra en medio de un jardín.
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El eco de la piel de Elia Barceló
El pasado no existe. Sólo existe lo que recordamos, lo que contamos, lo que nos confesamos que sucedió. Lo demás… desaparece.
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El almacén de las palabras terribles de Elia Barceló
La felicidad estaba hecha de recuerdos y percepciones, a veces tan antiguas que casi las había olvidado
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El almacén de las palabras terribles de Elia Barceló
(…) me dijo que las palabras humanas son imperfectas y tenía razón. Hay muchas cosas que no sabemos decir, por eso decimos otras. Y también depende de la música ¿sabes? El tono en que las dices, la manera en que miras al otro, los gestos que haces… Pero lo mejor que se recuerda son las palabras que te han hecho daño.
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El almacén de las palabras terribles de Elia Barceló
—Las palabras humanas, aunque imperfectas, son siempre hermosas, Talia. —Y ¿por qué duelen tanto? —Por lo que hacen con ellas. Un cuchillo también puede ser hermoso. Depende de ti si lo utilizas para cortar una hogaza de pan o una garganta. En un caso, te ayuda a vivir; en el otro, te mata. |
El almacén de las palabras terribles de Elia Barceló
—No tienes que decir «te quiero» para decir «te quiero», ¿sabes? Aunque a veces es precisamente eso lo que tienes que decir, en otras ocasiones es lo mismo si dices «me gusta estar contigo» o «gracias» o «eres la mejor del mundo». ¿Recuerdas que puedes usar las palabras como un cuchillo? También las puedes convertir en una flor.
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El almacén de las palabras terribles de Elia Barceló
—No se puede hacer una herida y, al ver la sangre, volverla a cerrar con solo desearlo. No se puede no haber dicho lo que has dicho.
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El almacén de las palabras terribles de Elia Barceló
¿Qué se puede hacer con las palabras terribles que han sido pronunciadas y escuchadas? —No parecía que se lo preguntara a ella; más bien era como si se lo preguntara a sí mismo—. Las palabras no se pueden recoger como una moneda que has tirado al suelo.
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El almacén de las palabras terribles de Elia Barceló
A veces las palabras que se dicen con furia hacen mucho daño.
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Muerte en Santa Rita de Elia Barceló
Todo el que no tiene nada que perder se vuelve extremadamente peligroso
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Disfraces terribles de Elia Barceló
Por eso hay que aferrarlas con uñas y dientes, roerlas hasta la médula y embotellar el perfume de los momentos felices para destaparlo después, en los malos tiempos, cuando no queda nada más
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El eco de la piel de Elia Barceló
Los secretos y los pecados, sobre todo los pecados, cuando se guardan durante tanto tiempo van pudriendo el alma y necesitan salir a la luz
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Disfraces terribles de Elia Barceló
Todo lector es un voyeur, un mirón que, aunque nunca se atrevería a espiar por el ojo de una cerradura o escuchar tras la puerta cerrada, deriva su placer de asistir a conversaciones privadas, a actos íntimos de lujuria, de crueldad, de vergüenza o de sangre. Y todo investigador, aunque sea literario, es un detective, un prívate eye, como dicen esas novelas americanas que han comprendido lo que se oculta en la base de toda investigación: the eye, el ojo que observa y registra y recuerda.
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La noche de plata de Elia Barceló
A veces... algunas veces... ciertos problemas son más fáciles de solucionar de lo que uno cree; pero es importante que haya otros ojos que lo vean desde fuera. Y que sean ojos que te miran sin más intencion que tu propio bien.
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La noche de plata de Elia Barceló
La pregunta de siempre: ¿era mejor la soledad que la compañía, teniendo que hacer concesiones a otros hábitos, horarios, tipos de vida, gustos culinarios, artísticos, formas de pasar el tiempo libre?
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El eco de la piel de Elia Barceló
Es difícil salir de las palabras que otros te imponen y conforman tu identidad, tu mundo, tu historia. Y después de muertos es imposible. La muerte te arrebata el control incluso sobre quién fuiste, dejándote en manos de los que te narran, te explican, te definen. Estamos hechos de palabras, propias y ajenas. De amor y tiempo y palabras. El amor nos da vida, el tiempo nos mata, las palabras nos hacen ser lo que somos y permanecer en el recuerdo de los demás. O morir para siempre. |
La noche de plata de Elia Barceló
Todo el mundo llega a los sesenta años con una mochila cargada a la espalda en la que ha ido metiendo los fracasos, los dolores, la culpabilidad, la rabia, las ocasiones perdidas, las decisiones mal tomadas…, todo el mundo
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La noche de plata de Elia Barceló
Si algo tenemos los humanos, seguro de verdad, es que vamos a morir y casi siempre sin que nos dé tiempo a prepararnos, pensó. Como si toda una vida no fuera bastante para prepararse. Pero no nos gusta pensar en esas cosas. La muerte es algo que solo le pasa a los demás. Hasta que te pasa a ti. O, mucho peor, a la persona que más quieres.
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Cual es el nombre completo de Dumbeldore?