La gravedad que nos atrae (Serie de los Elementos 4) de Brittainy C. Cherry
Por primera vez, empecé a entenderla por completo. La chica preciosa que lo sentía todo. Sus sentimientos no la debilitaban. Eran su fortaleza. |
La gravedad que nos atrae (Serie de los Elementos 4) de Brittainy C. Cherry
Por primera vez, empecé a entenderla por completo. La chica preciosa que lo sentía todo. Sus sentimientos no la debilitaban. Eran su fortaleza. |
La gravedad que nos atrae (Serie de los Elementos 4) de Brittainy C. Cherry
Ella tenía los sentimientos a flor de piel y yo los mantenía en lo más profundo de mi alma atados con cadenas de acero. La mujer que lo sentía todo se reclinaba sobre el hombre que no sentía nada en absoluto.
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La gravedad que nos atrae (Serie de los Elementos 4) de Brittainy C. Cherry
Ella me enseñó que el amor verdadero requiere tiempo, y su luz lo hizo florecer.
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Querido Señor Daniels de Brittainy C. Cherry
Tal vez mi corazón esté rezando para que unos mañanas mejores reemplacen todos los ayeres de mierda. Así que, respondiendo a su pregunta de un modo muy deprimente y propio de la amargura típica de un adolescente, cuando sea mayor quiero estar vivo. Y ahora le pregunto a usted, señor D. ¿Cómo quiere estar usted cuando sea mayor? Porque nunca dejamos de crecer, y los sueños rara vez cesan.
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Querido Señor Daniels de Brittainy C. Cherry
Ser adolescente (...) Es la edad en la que lo sientes todo, pero la gente te dice que exageras.
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Querido Señor Daniels de Brittainy C. Cherry
Recordé lo desagradable y dura que había sido con Henry cuando llegué a la ciudad. Cómo odiaba estar aquí al principio. No lo había llamado hogar desde que había llegado, pero últimamente pensaba que podría ser mi hogar. Porque tal vez tu hogar no es una localización. Tal vez es sencillamente la gente que te rodea que te hace sentir como si pudieras ser quien tú quisieras. Tal vez el hogar sea la amistad. |
Querido Señor Daniels de Brittainy C. Cherry
—No quiero ser tu amigo —dijo. Inhalábamos a la vez y exhalábamos en armonía—. Quiero ser tuyo, quiero que seas mía, y odio que no podamos ser nosotros. Porque creo que estamos destinados a ser nosotros.
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Querido Señor Daniels de Brittainy C. Cherry
Gracias por hacerte amigo/a de una chica que es un poco diferente y cita demasiados libros. Gracias por hacerte amigo/a de una chica que no habla mucho de sus sentimientos, pero créeme, lo siente todo.
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Querido Señor Daniels de Brittainy C. Cherry
—No soy tan feliz como finjo ser. —¿Por qué finges? —pregunté. Bajó la cabeza y se miró los zapatos. —Porque fingir ser feliz es casi como ser feliz. Hasta que recuerdas que solo estás fingiendo. Entonces te pones triste. Muy triste. Porque llevar una máscara cada día de tu vida es de lo más difícil. Y al cabo de un tiempo te asustas un poco, porque la máscara se convierte en ti. |
Querido Señor Daniels de Brittainy C. Cherry
Saqué del bolso la novela que estaba leyendo. Tenía pensado sentarme allí hasta que Hailey hubiera tenido su ración de desamor de la noche. Abrí el libro y mis dedos viajaron por las páginas, sintiendo la textura. Levanté el libro a la altura de la cara y lo olí, recreándome en el olor de las palabras sobre el papel. No había nada más romántico que la sensación de tener un libro entre las manos. |
Querido Señor Daniels de Brittainy C. Cherry
Me asomé al interior de las ventanas y vi a un montón de gente del instituto bebiendo, enrollándose y haciendo todo lo que uno espera encontrar en una fiesta de instituto. ¿Por qué nadie celebraba fiestas para leer? Me encantaría ir a algo así. |
Querido Señor Daniels de Brittainy C. Cherry
¿Qué era lo más triste de todo? Que lo echaba de menos antes de que se hubiera marchado. |
Querido Señor Daniels de Brittainy C. Cherry
- ¿Tu dorado? -Todo el mundo tiene un dorado. Puede ser cualquier cosa: una canción, un libro, una mascota, una persona. Cualquier cosa que te hace tan feliz que tus entrañas gritan de pura felicidad. Es como si estuvieras drogado, pero mejor, porque es un subidón natural. Shakespeare es mi dorado. |
Landon y Shay de Brittainy C. Cherry
Las páginas de nadie están limpias. Todos tienen tinta que mancha.
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Notas para Grace de Brittainy C. Cherry
Le acaricié el cuello con el dedo sin dejar de mirarla. Era preciosa, eso era indudable, pero también estaba rota, como yo. Mis piezas desperdigadas se mezclaban con las suyas. Éramos dos personas rotas sin ningún interés en repararnos. |
La música del corazón de Brittainy C. Cherry
Cuando pensaba en mi casa, no pensaba en un sitio, sino en personas. En las que nos convertían en quienes estábamos destinados a ser, en las que nos querían con nuestras cicatrices y nos decían que esas cicatrices eran bonitas y en las que nos dejaban cometer errores y nos seguían queriendo.
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La música del corazón de Brittainy C. Cherry
Las cosas que queremos de verdad siempre están con nosotros, encerradas en nuestro corazón mientras nos quede vida.
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La música del corazón de Brittainy C. Cherry
Él no necesitaba las palabras, solo un espacio en el que sentir lo que tenía que sentir, conmigo presente para recordarle que no estaba solo.
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La música del corazón de Brittainy C. Cherry
Pero, a veces, tengo que mentirme a mí misma para no desmoronarme. A veces, las mentiras son lo único que me ayuda a salir de la cama por la mañana.
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¿Con qué frase empieza esta novela?