"Fortunata y Jacinta" de Benito Pérez Galdós, publicada en 1887, es considerada su mejor obra incluso, para algunos, la mejor obra española de todos los tiempos después del Quijote. El autor nos traslada a un Madrid en la segunda mitad del siglo XIX, en donde España, así como muchos países de Europa vivía cambios drásticos en su sociedad y formas de gobierno, es así que nos ubicamos en los momentos de la Primera república, el golpe de Pavía y el inicio de la Restauración. Hay personas que claman por la monarquía, las tradiciones, "lo correcto" y hay quienes quieren una república y un gobierno liberal. Galdós retrata a la perfección los dos polos en las clases sociales: la burguesía y la clase popular, pero también cómo se llegan a mezclar. Todo esto representado en Jacinta, una mujer de clase alta que representa todo la tradicional, su fervor religioso, una mujer de casa, que desea una familia; Fortunata, que pertenece a la clase popular, quien ha carecido de privilegios para poder educarse y la pintan como un personaje vulgar, pasional y carente de moralidad; finalmente está Juanito Santa Cruz, procedente de una de las familias más importantes de Madrid, casado con Jacinta y quien mantiene una relación de idas y venidas con Fortunata. En él veremos la lucha del humano entre hacer lo correcto o sucumbir a las pasiones, va de un lado a otro sin ninguna consecuencia hiriendo a otras personas. Me transporté a ese Madrid de Galdós, con todas estas descripciones de la ciudad, la manera en que retrata a los personajes tanto principales como secundarios es asombrosa, no pude evitar recordar a Balzac con sus novelas, como retrató la Francia del siglo XIX. Y aunque son muchos los personajes, uno llega a conocerlos tan bien de una manera tan auténtica, tan real, casi se creeriamos que son personas que existieron. Uno se siente caminando en esas calles, escuchando los ruidos, el caminar de los caballos, las campanadas, los olores... En fin, una novela que vale la pena leer. + Leer más |